No es una novedad que el Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo (Cetal), constituido legalmente en abril de 2007, no ha dado de momento la rentabilidad esperada, pero el informe que el Tribunal de Cuentas hizo sobre la actividad del centro en 2012 es desolador. Ese año, el Cetal cerró con 309.000 euros, pero gracias a los 623.800 euros que recibió en subvenciones y los 392.800 euros que obtuvo de ingresos financieros, porque en realidad los resultados de su actividad supusieron unas pérdidas de 83.000 euros.
El Cetal empezó a funcionar provisionalmente en el centro de empresas municipal de Garabolos. La plantilla fue creciendo poco a poco, hasta los diez trabajadores actuales (incluido el director), y en noviembre de 2012 se mudó a su nueva sede, en Sanfiz, en la que se invirtieron 5,7 millones de euros, sin contar el equipamiento del laboratorio de seguridad alimentaria.