Un joven lucense de 20 años de edad se enfrenta a una condena de tres años de cárcel por amenazar reiteradamente a su madre y a su abuela porque no le daban todo el dinero que pedía. Además, según la versión del fiscal, a menudo el chico se ponía violento y rompía cualquier cosa que encontraba por casa, llegando a destrozar parte del mobiliario de la vivienda.