"¡Las manos en el puto cielo, hijos de puta!". No es una amenaza, o sí. MVP a.k.a Unkwonman, Anubis Metal Jack, Salvador Medina, Marcos Trini y Soker a.k.a El Mal Agüero no van armados, pero tienen dinamita en la saliva y en el scratch.
"Estamos representando al hip hop lucense y jugamos en casa, ¡que se note!". En la Praza da Horta do Seminario, quien más y quien menos, mira hacia un lado distinto del escenario: los hay que dan cuenta de un bocata de chorizo, otros que tienen los dedos ocupados con papel de arroz y una boquilla detrás de la oreja, quienes beben tinto a morro y los que emplean la estatua a José Castiñeira como banco de pruebas para la mezcla definitiva de Gran Duque y cola. "¡Ah, ah, ah!", y serán muchos aes sincopados a lo largo de la noche.
MVP prendió la mecha a los platos. Fotografías en las pantallas, mensajes —‘Ni olvidamos hni perdonamos’— y break dance por cortesía de Marcos Trini. Suena el ‘Thriller’ de ‘Jacko’, pero el maestro de ceremonias comparece con los acordes épicos de ‘Carmina Burana’.
Anubis Metal Jack se aplica en el vocativo. Interpela, reclama atención —"¡cabrones!"— y en sus historias caben la balsa de Caronte, la rabia de Atila, Nerón y hasta la hoz y el martillo. Y, como corresponde, chulería hip hop: "Soy latino, sueno de la hostia; llámame cuerpo de Cristo".
El show también pasa por casa. "Si yo digo Lugo, tú dices rap" será el ripio más repetido de la noche. Los chicos de las capuchas y las gorras hacia atrás que levantan las manos hacia "el puto cielo" y que corean los estribillos dan una imagen de la ciudad bimilenaria mestiza y globalizada.
Los MCs sostienen su discurso en clave local, hablan del "extrarradio", de un cielo que está "aquí al norte" y de la Rúa Rei Don García. También del respeto a los precursores, "que pusieron la primera piedra", y de la nostalgia de los "años dorados". El ponferradino Soker presenta a ‘Raúl’, expulsado de tres colegios y que ha escogido un camino torcido, y la tecnología digital juega una mala pasada que se soluciona a tiempo con el vídeo de ‘Números’.
Al cierre de la edición impresa de este diario, ‘La Excepción’ cantaba sus historias de Pan Bendito y las bondades del pulpo comido en San Froilán.