Juan Casares: ''En estos cuatro años yo he sido la única voz crítica en la universidad''

Se presentó a las elecciones de la USC en 2006 y volverá a hacerlo en 2010. Catedrático de Ingeniería Química, Juan Casares Long ha seguido de cerca el rumbo de la institución compostelana en este tiempo y vuelve convencido de que puede ser, dice, más transparente y dialogante.  Juan Casares logró en 2006 el cincuenta por ciento de los votos directos en las elecciones al rectorado de la USC, pero el sistema ponderado le dio la victoria a Senén Barro, con más apoyo entre los docentes, mientras que Casares tuvo más fortuna en el sector del alumnado. Ahora este catedrático de la Escuela Técnica Superior de Enxeñaría vuelve a postularse como candidato independiente para las elecciones de mayo.

PREGUNTA: Dijo hace cuatro años que su candidatura no había aprobado, pero que la de Senén Barro había suspendido. ¿Ha habido recuperación en estos cuatro años?
RESPUESTA: Cuatro años después pienso que el tiempo nos ha dado la razón porque el gobierno de concentración que surgió de las elecciones no respondía a un gobierno en el que las sensibilidades estuvieran integradas sino que se sumaban intereses contrapuestos y eso se evidenció con la ruptura del pacto, anunciada desde casi el principio.

P: Ha acusado al gobierno saliente de "oscurantismo", ¿por qué?
R: El problema de transparencia que constituye una permanente reclamación es evidente. La universidad es una institución muy horizontal y las personas que la formamos queremos conocer lo que está sucediendo. Ni hechos consumados, ni decisiones que se conocen a toro pasado.

P: ¿Puede poner un ejemplo?
R: Un gran proyecto como el Campus Vida no fue debatido ni consensuado con ningún órgano de gobierno de la universidad, cuando podría condicionar en buena medida la dirección de la universidad en los próximos años, una universidad poliédrica en la que se ha apostado por una única dirección.

P: ¿Sigue pensando lo mismo del proyecto ahora que se sabe que ha resultado exitoso?
R: Mantengo que los proyectos que van más allá de un mandato, que ya estaba entonces terminando, exigen contar con todos.

P: En caso de salir elegido, ¿le da miedo la situación financiera que se va a encontrar?
R: Si yo no fuera optimista de cara al futuro, si pensara que no tiene solución no estará manteniéndome como una alternativa en este momento. Los tiempos no son fáciles, pero con trabajo, si recuperamos la ilusión, si todos sienten que son escuchados por el gobierno de la universidad, estoy convencido de que saldremos adelante.

P: Se presentó hace cuatro años como el único independiente frente a tres plataformas que luego convergieron. Esta vez otros nombres han optado por la misma vía, como Laura Sánchez Piñón, y todavía no se han cerrado las quinielas. ¿Cómo ve estas elecciones?
R: El panorama es muy diferente. Yo no soy un aventurero, tengo mis años, mi experiencia en el ámbito profesional y personal y estaba convencido de que había un número alto de personas que entendía que una propuesta de sumar sería bien entendida y mucha gente pensaba que no, pero el resultado nos dio la razón. No ganamos, y quien lo hizo fue de manera legítima, la ponderación le dio la victoria, pero estos cuatro años yo he sido la única voz crítica en la universidad. Ahora la gente se da cuenta de que hay otra manera de ver la universidad y esos que estuvieron silentes, entienden que es una opción más. Respeto todas las alternativas y dentro de unos meses sabremos lo que la comunidad universitaria quiere.

P: ¿Pero teme que vuelva a haber un acuerdo similar al de la otra vez, que le haría más difícil ganar?
R: Dígamelo a mí. Yo soy el único que sé lo difícil que es. Ahora es diferente, no hay aquella conjunción momentánea de voluntades, pero el panorama está por aclarar completamenente. Los grupos organizados decidirán, algunos ya lo han hecho, sus apoyos, y los independientes seguiremos en lo que a mí respecta defendiendo una opción abierta, plural, que busca sobre todo hacer universidad a través de recuperar la ilusión de tantas personas.

P: Alguna vez criticó el "monolitismo" en la política de investigación ¿a qué se refiere?
R: Tenemos una universidad donde se unen muchos campos de la ciencia y debemos ser capaces de hacer que todos progresen, dentro de sus características propias, a la misma velocidad adaptándonos desde los órganos de decisión a esas maneras de trabajar y no pretender forzar de arriba a abajo la dirección del trabajo ,como a veces se siente que sucede. El apoyo tiene que ser el mismo para todos. Serán diferentes las ayudas, los resultados de investigación de unos y otros, pero esa diversidad es enriquecedora. La universidad debe promover la siembra de ideas y del mayor número de ideas florecerán más oportunidades. La sociedad se enfrenta a distintos problemas hoy en día, que no son sólo tecnológicos, sino que son sociales, económicos, culturales. Para nuestra suerte, vivimos en una sociedad cada vez más global y en esa sociedad los problemas están más interrelacionados entre los distintos ámbitos del saber.

P: El mapa de titulaciones adaptadas a Bolonia está prácticamente listo. ¿Qué le parece?
R: La reforma de los planes de estudio de las que las universidades hemos sido víctimas, debido a la falta de planificación por parte del gobierno de España nos lleva a que, a corto y medio plazo, tengamos que, en base a los resultados, proceder a su reordenación.

P: Pero el resultado a día de hoy, ¿que opinión le merece?
R: Creo que en algunos aspectos hemos mejorado o, al menos, hemos sido capaces de concretar más nuestra oferta, pero en general el mapa de titulaciones del SUG sigue siendo manifiestamente mejorable, aunque dificílmente resoluble a corto plazo porque algo que duró 20 años no podemos resolverlo en un corto plazo.

P: En los estatutos que no llegaron a aprobarse desaparecían los vicerrectorados adjuntos en Lugo ¿Cuál es su postura?
R: Es un problema semántico y de integración. En la LOU no se recogen vicerrectorados adjuntos y sí las adjuntías a vicerrectores. La diferencia más importante es que la LOU establece la composición del Consello de Goberno y contempla que habrá diez vicerrectores. Lo importante no es la cantidad, es la organización interna.

P: ¿Y cuál es su modelo de organización?
R: Es un poco pronto para publicitarlo.

P: ¿Cómo ve el campus de Lugo?
R: Creo que Lugo ha sabido mantener una política de diferenciación en sus titulaciones y es un campus muy concreto, lo que le va a permitir seguir consolidándose en ámbitos donde no haya alcanzado el nivel deseado. Creo que los dos campus tienen que interactuar más y buscar fórmulas que nos hagan sentirnos más próximos.

P: Hace unos meses surgió una polémica entre el centro al que usted pertenece, la Escola Técnica Superior, y la facultad de Ciencia por las competencias de ingeniería técnica industrial...
R: La polémica fue fruto de un cúmulo de malentendidos y desapareció de la noche a la mañana.

P: No fue esa la sensación en Lugo...
R: Todavía no sabemos qué va a decir la Aneca, pero Santiago orientó Ingeniería Química y el de Lugo, Ingeniería Industrial. Creo que se buscaron soluciones inteligentes y satisfactorias para los dos centros.

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