José Manuel Martínez Ageitos: ''Con la crisis, no pediré por pedir, sólo quiero ayuda para lo grave''


El rector de la USC, y antiguo profesor suyo, lo invistió como decano de la facultad de Ciencias de Lugo, una tarea con la que se familiarizó en los equipos de Carlos Herrero y Francisco Fraga. Ahora quiere consolidar titulaciones, abrir los nuevos laboratorios y reformar el edificio actual. 


para josé Manuel Martínez Ageitos, el acto de toma de posesión fue un momento emotivo en el que, además de manifestar su lealtad al cargo y a la institución, tuvo un recuerdo para sus mentores y predecesores, los ex decanos Carlos Herrero y Francisco Fraga, en cuyos equipos participó.

Conoce bien el funcionamiento del centro. ¿Cuáles son sus metas para estos cuatro años?

Las que ya me planteaba en el programa electoral. Después de tantos años de preparar el paso al Espacio Europeo de Educación Superior no se puede pensar que Bolonia va a empezar y ya está, implica una evaluación continua para los alumnos, pero también para los centros, en cuanto a resultados, gestión... y una verificación a los seis años para ver si se han cumplido los objetivos. Hay que consolidar las titulaciones.

Pero han empezado con buen pie, al menos en número de alumnos, ¿no es así?

Nutrición e Dietética tiene mucha demanda y se han cubierto las plazas. Es única en Galicia, creo que la titulación similar más cercana está en Valladolid, pero aún así pretendemos dar a conocer el título al alumnado para que sepa las posibilidades de trabajo que tiene.

¿Y el grado de Enxeñaría en Procesos Químicos Industriais?

Tiene menos alumnos, debido en parte a que tuvimos un problema. En el plazo de preinscripción tras la selectividad de junio fue ofertado con un nombre diferente, Ingeniería Industrial de Procesos, y en la página de la Ciug no aparecía información sobre el grado. Reclamamos en cuanto lo supimos, pero no se cambió y eso nos perjudicó. Hubo alumnos que vinieron a preguntar al centro, funcionó algo el boca oreja y con eso conseguimos que se matricularan 20 alumnos, de 40 plazas, y otros seis en septiembre. El problema con estos últimos es que, al ser la selectividad posterior al inicio de las clases, los alumnos cuando empiezan han perdido seis semanas de evaluación, aunque nosotros intentamos reorganizar todo lo posible para que puedan tener todo aquello a lo que tienen derecho, pero me gustaría que eso cambiara y que las cosas se hicieran bien. Participamos en el programa de divulgación de títulos de la universidad, pero nuestra intención es intensificarlo.

En cuanto a los másteres, el de Prevención de Riscos funciona bien desde el principio, y el de Enxeñaría Industrial, que se implantó este año, ha creado mucha polémica...

Sí, pero quiero creer que pasado el día, pasada la romería. Es un máster de especialización con capacitación profesional y hay materias que tienen que darlas profesionales externos. Cuando salí pidiendo la colaboración de la universidad para esto, la tuve. Espero que el máster tenga un buen fin. En este primer año los alumnos están contentos y dentro de todos los que ofrece la Universidad de Santiago está como uno de los seis más demandados, junto con el de Prevención.

¿Considera entonces ese apoyo de la universidad que precisaba?

Las intenciones que yo veo es que hay un máster que hay que apoyar, cosa que agradezco y espero que se mantenga como hasta ahora.

También está pendiente la puesta en marcha de los nuevos laboratorios...

Sí, esperamos que en marzo esté todo el mobiliario instalado y pueda empezar el traslado, que es muy delicado. Hay equipos que hay que tratar con mucho cuidado y requiere de profesionales. A eso hice referencia en mi discurso, porque se necesita dinero, nosotros no podemos hacerlo. El vicerrector ya me ha dicho que ya lo tiene previsto y nos prestará su apoyo y colaboración. Confío que el curso que viene se puedan usar para docencia e investigación.

¿Qué pasará con el actual edificio?

Una vez que se efectúe el traslado, tendremos un ala del edificio que quedará vacía. Hay que reformarla, y lo primero es reforzar su estructura. El problema entre tabiques es muy grande y un estudio técnico demostró que los pilares no podían soportar los nuevos laboratorios, por eso se hizo el nuevo edificio. Por eso hay que reforzar y a partir de ahí se harán los nuevos espacios dedicados a seminarios y clases más reducidas adaptados a Bolonia. Para eso hace falta un proyecto. Es necesario, pero entiendo que para eso hace falta dinero y que se hará a largo plazo en cuanto a espacios; el refuerzo, cuanto antes mejor.

¿Queda algún otro reto pendiente?

Ante la situación económica que estamos sufriendo, no quiero pedir por pedir, sólo quiero ayuda para las cosas más graves. Veo en las cuentas que tengo que gestionar que no hay un duro. Ya se lo dije al rector: aquí tiene un decano comprometido con la situación de la universidad, obviamente velando por los intereses de mi centro y sabiendo distinguir entre lo que es necesidad y lo que no.

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