«En el Ayuntamiento de Lugo manda más la marinería que el capitán, que es buena gente», afirmó ayer el empresario Jesús Lence, que quiso expresar así su malestar por la demora que está sufriendo para poder reanudar las obras de la estación de servicio que estaba reformando en las inmediaciones del hotel Miño, en A Tolda, que llevan más de dos meses paralizadas.
Este empresario, que es el administrador del mayor grupo lácteo de capital gallego, Leite Río, aseguró que hace «más de quince días» que entregó en el Concello toda la documentación para que le conceden la licencia de obra para retomar los trabajos.
«Debe ser la primera obra que se precinta en Lugo», ironizó Jesús Lence, que explicó que una vez que tenga el permiso municipal en un mes y medio ya podría estar concluida la reforma de la gasolinera.
Este empresario recordó las trabas administrativas que sufrió cuando construyó las dos plantas que Leite Río tiene en el polígono industrial de O Ceao.
El Concello le precintó las obras de la estación de servicio de A Tolda el pasado 10 de abril porque carecían de la licencia adecuada.
La inversión prevista para acondicionar la gasolinera y sus nuevos servicios de cafetería-restaurante y tienda podría alcanzar el millón y medio de euros. Será la octava con que cuente el grupo empresarial de Jesús Lence en la provincia de Lugo. Esta estación de servicio, que ya lleva más de dos años cerrada,comenzó a funcionar en la década de los 70.
