ALGUNOS LUCENSES me han recordado estos días, no sin cierta añoranza y preguntándose por qué no se mantienen en la actualidad, aquellas bromas que por el día de los Santos Inocentes, celebrado este lunes pasado, incluían los periódicos y muchos medios de comunicación. Cierto es que aquí en Lugo hubo muchas y muy variadas aunque quizás una de las de mayor éxito fuese aquella que anunciaba la presencia de Fidel Castro en Lugo y para la que se habían unido todos los medios de la capital, lo cual ayudaba a darle una mayor credibilidad.
Quizás ahora periódicos, radios y otros medios no necesiten elaborar inocentadas propias porque estas llegan ya diariamente a través de las informaciones que este país de contradicciones genera diariamente. Díganme si no les parece una inocentada de gran tamaño la gastada por Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, quien por su mala gestión ha dejado que se hundiese su empresa, Air Comet, aunque eso no ha sido lo peor sino que con ello ha arrastrado a cientos de viajeros, muchos de los cuales llevaban ahorrando años para volver de vacaciones a sus casas en Perú, Colombia, Argentina u otros países exportadores de mano de obra a la Unión Europea, a todos los cuales ha dejado colgados en los aeropuertos mientras que él seguramente pasaba unas navidades a cuerpo de rey.
No me negarán que no es una buena inocentada que se complementa con el anuncio del propio Díaz Ferrán de que seguirá como presidente de los empresarios españoles ya que entiende que no tiene razón su dimisión. Pero la cosa no termina ahí sino que algunos representantes de la patronal, entre ellos el de la lucense, confirman que lo apoyarán para que continúe en el cargo porque no ven que haya causa para que se vaya.
La verdad, no sé si existe causa o no para que deje el cargo pero si este señor es un buen y ejemplar empresario y, lo que puede ser peor, si esta es la línea empresarial que nos aguarda en un futuro para España, que Dios nos coja confesados.
