Idiomas

Casi al tiempo que la Junta de Extremadura anunciaba la apertura de una delegación en Portugal, la Xunta de Galicia daba a conocer que no se abrirían las previstas en Bruselas y en Lisboa.

Es curioso el acercamiento que mantienen extremeños y portugueses a pesar de las diferencias idiomáticas, y el distanciamiento secular de gallegos y lusos con idiomas próximos.

Portugueses y extremeños tienen muchos puntos de referencia, desde la torta del Casar o su gemelo el queso de A Serra da Estrela, a fronteras comunes aunque lo que más parece unirlos últimamente es la literatura. Desde hace tiempo publican conjuntamente, con textos en español y en portugués, la revista Espacio/Espaço escrito, con colaboradores tan destacados como Saramago o los hermanos Luis y Juan Goytisolo.

Este feeling también se produce entre escritores y editores, como es el caso del poeta Diego Doncel que ha publicado en una editorial lusa su último poemario En ningún paraíso, en edición bilingüe con traducción al portugués a cargo del también poeta Joaquín Manuel Magalhaes.

En Lugo los aficionados a la literatura teníamos en los años setenta nuestra aproximación cultural a Portugal a través de aquellos juegos florales de Guimaräes en los que tanto tenía que ver Alonso Montero. Ya en Santiago, el acercamiento al país vecino era a través de la galería Sargadelos, que dirigía entonces el dibujante Chichí Campos, y que presentaba una buena oferta de autores lusos.

Últimamente las noticias que nos llegaban eran a través de los artículos de prensa que el malogrado poeta Ramiro Fonte, director del Instituto Cervantes en Lisboa, enviaba a los periódicos gallegos en los que colaboraba.

En Galicia, por desgracia, a las autoridades autonómicas, las de antes y las actuales, le trae al pairo lo que pasa en Tras os Montes y ahora, muerto Ramiro, Galicia y Portugal vuelven a darse la espalda. Y a nadie le importa.

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