Sobrevivió a dos accidentes aéreos, fue senador y ejerció durante los últimos 60 años la medicina en Lugo. Por sus manos pasaron 48.000 pacientes, de los que todavía guarda sus fichas médicas. Ahora, con 91, aún pasa consulta. Hoy presenta sus memorias.
LLEVA EN LA SANGRE su pasión por la medicina. Por ese motivo, a los 91, todavía atiende a algún paciente y no piensa en retirarse. Fernando Pardo Gómez presentará hoy su último libro, ‘Recuerdos de una vida’ (20.00 horas, fundación Novacaixagalicia). Una vida cuyo destino inicial -dice- era el mar y cambió porque siempre se mareaba pescando calamares.
Tiene 91 años, ¿la edad justa para escribir un libro sobre su vida?
Escribí antes tres libros más: ‘La navegación a vela en la costa lucense’ (del que se hicieron tres ediciones), ‘La historia de la medicina y los médicos lucenses’ y ‘San Ciprián’, pero ahora me gustaba hacer un resumen de mi vida y edité 300 ejemplares.
¿Cómo resumiría su vida?
Como la de un médico que ejerció 60 años en Lugo y como la de un niño de San Cibrao (a mí me gusta más San Ciprián) que pasó su infancia, como los demás, entre lanchas, de pesca o en las bicis.
«Al médico hay que elegirlo como cuando eliges los zapatos que quieres comprar»
¿Conoció al doctor Cabanela padre?
Por supuesto, era un cirujano de Mondoñedo que trabajó durante la Guerra Civil. Ingresaba en su clínica a marroquíes que iban al frente de Asturias.
POLÍTICA: «Llegué a conocer a corruptos completos»
- También fue senador. ¿Cómo se pasó a la política?
- Fui senador por el PP, de 1982 a 1986, porque era compañero de Fraga, era amigo de él desde chico porque tenía una tía maestra en San Cibrao. Fraga era único: leía un libro y te lo repetía. Debería haber sido presidente del Gobierno cuando murió Franco pero se enfrentaba con los del Opus. En la política, había de todo. Llegué a conocer corruptos completos.
