Hoy vienen a comer... ¡90!

Tiendas iglú ante Valentino (Foto: XESÚS PONTE)
photo_camera Tiendas iglú ante Valentino (Foto: XESÚS PONTE)

San Froilán 2013La vida de los manteros en Lugo discurre en circunstancias difíciles. La gente les compra, pero su actividad también genera alarma y malestar. De hecho, Lugo Monumental volvió ayer a recurrir de nuevo a la Fiscalía para pedir que intervenga, ya que considera que hay pruebas de que ejercen una actividad ilegal y venden, además, productos falsificados.

Y en medio está la amenaza del desalojo, que pocas veces se concreta, pero que existe. Los comprobaron ayer los manteros que se habían instalado en un paso de peatones de Ramón Ferreiro, a los que la Policía Local desalojó.

Tampoco sus condiciones de vida son fáciles. Se comprueba pasando un rato con Matara. Esta africana tiene diez hijos y no para de pelar ajos. Lo hace para preparar una de las salsas más típicas de la cocina senegalesa, una salsa picante en la que se mezclan guindilla, pimienta negra y ajo. Los hijos están en Senegal, con la abuela. Frente a ella hay una gran olla, con arroz rojo (arroz blanco con berenjenas), y a su lado, otra olla más, con arroz blanco.

Si Matara pela ajos, Yama los machaca con un mortero gigante. Lo curioso de esta cocina es que está ubicada encima de una acera, en el patio de la antigua discoteca Valentino y en medio de un campamento con doce tiendas, separado de la calle por una colcha que hace las veces de cortina. «En esta olla, hay arroz blanco y en la otra, arroz rojo. En total, de esto comerán unas 50 personas. Comeremos entre las cuatro o cuatro y media. ¡Todavía desayunamos a las once y media! Nuestro desayuno es pan con mayonesa o chocolate y, a veces, también comemos algo de ternera», cuenta Yama.

El arroz se servirá acompañado de unos pinchos morunos, que prepara Salemata. «Con carne de ternera, porque somos musulmanes», insiste.

Un poco más adelante, en otra cocina similar, bajo los toldos de plástico, está Chepi Yape. Coloca la silla en posición horizontal de forma que pueda estar a la altura de la olla, que está en el suelo. También hace arroz, pero con carne. Hacer la comida le lleva tres horas. «De esto, comeremos hoy entre 30 y 40 personas», dice, mientras enseña una botella con ‘bissap’, una infusión de hibisco que es la bebida senegalesa por antonomasia.

Ousal duerme sobre un cartón. Su casa de San Froilán está hecha de plásticos y mide cuatro metros cuadrados. Cuenta que estas noches lucenses están siendo frías. Comparte cabecera con una bombona de butano. Gracias a ella, calienta el agua que compra en el supermercado del mercadillo de la Rúa Armórica, donde se abastecen.

«Esto es lo que hay. Si necesitamos bañarnos, vamos al hotel donde están alojados algunos compañeros», afirma.

Este joven era marinero en su país. Aquí solo trabajó de jardinero, por eso se dedica a la venta de ropa. «La gente no compra nada y se vende menos. Esto ahora está duro pero hay que aguantar», cuenta Ousal, que lleva siete años residiendo en A Coruña.

Los acampados viven, es evidente, en total precariedad y generan lástima entre los vecinos, pero también quejas por las condiciones higiénicas que se están dando en la zona.

San Froilán 2013 |

Higiene Recurso a las fuentes públicas

Los manteros tienen que acudir a las fuentes públicas en busca de agua para lavarse y para cocinar y beber. Las condiciones sanitarias en las que viven son uno de los aspectos más preocupantes de la vida de los ambulantes africanos durante el San Froilán. pepe tejero

Ocupación de calles Pendientes de los desalojos

Algunos de los manteros instalados en la zona de Ramón Ferreiro fueron desalojados ayer por la Policía Local porque se habían instalado sobre los pasos de peatones. Los vendedores ocupan todo el espacio libre que encuentran y tienen clientes, pero también motivan quejas. pepe tejero

Consiga AQUÍ la información completa

Comentarios