La comisión de quejas y sugerencias del próximo lunes analizará la queja presentada en diciembre por el dueño de un local de copas que abrió en julio en O Ceao, en la que dice ser víctima de una campaña de «acoso» de la que culpa a la competencia. José Expósito, propietario del café-concierto Morango KN, detalla que sufrió sabotajes en la instalación eléctrica que fueron denunciados ante la Policía Nacional, aunque asegura que lo que más le perjudica es la presencia de la Policía Local, que acude de forma continua a revisar si el establecimiento cumple la normativa, según él, a raíz de denuncias de otros empresarios de la noche.
La protesta dirigida al alcalde, que parece haber surtido efecto, ya que el hostelero manifestaba ayer que ya no hay inspecciones policiales, describe los problemas de «mala imagen» provocados por la presencia de agentes. Por ello, instaba al regidor a tomar «las medidas oportunas para evitar que por la Policía Local se dé curso a las denuncias partidistas, que lo único que buscan es acabar con la competencia usando prácticas abusivas e ilíticas que, en ningún caso, pueden encontrar apoyo ni legal ni institucional».
La movida nocturna, en este caso en Marina Española, también es objeto de otra queja ciudadana registrada en el Concello y en la que se cuestiona la efectividad de la Policía Local, frente a la de la Nacional. Así, un residente en esta calle relata que en la noche de Reyes, sobre la 1.45 horas, se desarrollaba una «fiesta flamenca» en plena vía, por lo que decidió llamar a los agentes locales. Sin embargo, el ciudadano explica que la patrulla pasó por delante de las personas que no le dejaban dormir sin «hacer nada», por lo que tuvo que llamar a la Policía Nacional. La actuación de estos agentes del orden fue más efectiva, ya que consiguieron parar la fiesta.
Dos usuarios de la piscina municipal de Frigsa presentaron sendas reclamaciones por el funcionamiento de estas instalaciones. En una de ellas se indica que los focos del vestuario masculino se estropean a menudo, por lo que pide una solución. Desde el Concello se respondió que la humedad de este local es la causante del problema.
El Concello pasó al cobro un recibo del agua por importe de 324,79 euros, lo que motivó una reclamación por parte del usuario después de haber recibido tan abultada factura. Los servicios municipales, que ya respondieron al afectado, reconocieron que se trató de un error en la lectura del contador, por lo que pidieron disculpas.