«¿Me la abres?», pregunta una alumna de primero de primaria, de seis años, a su profesora. No se refiere a un envoltorio, sino a la cáscara de una mandarina, la fruta que les toca hoy para el recreo. La escena se desarrolla en el colegio Rosalía de Castro, pero seguramente las habrá parecidas en los más de veinte centros de la provincia de Lugo que participan en el programa de la Consellería de Medio Rural de consumo de fruta fresca en las escuelas, al que este curso se dedican más de 287.000 euros.
Al Rosalía de Castro llegan a diario 377 piezas de fruta de cultivo ecológico para repartir entre
Consiga AQUÍ la información completa |