Gazapos en los libros de texto

Escolares en el patio de un colegio (Foto: AEP)
photo_camera Escolares en el patio de un colegio (Foto: AEP)

llevamos media vida acongojados por la discusión sobre las dos Españas. Llevamos un poco menos de tiempo debatiendo sobre la conveniencia o no de que las comunidades autónomas acaparen más competencias. Y todo parece que para nada.

Cuántos quebraderos de cabeza se podrían haber evitado -o quizás cuantos más se podrían generar- si desde pequeños nos hubiesen explicado cuál es la verdadera composición del Estado al que pertenecemos.

Nos abre los ojos el libro de la asignatura Coñecemento do Medio que se utiliza en tercero de educación primaria en varios colegios de Lugo, que es obra de una conocida editorial de ámbito nacional. En su página 29 le explica a los escolares que «o noso estado chámase España. Está formado por: os territorios da península Ibérica, en Europa; as illas Baleares e as illas Canarias e as ciudades de Ceuta e Melilla, situadas en África».

Según este manual, habríamos recuperado el espíritu conquistador que nos caracterizó en los siglos dorados XV y XVI. España, a golpe de pluma, habría colonizado Portugal, Andorra y Gibraltar, sin derramar una gota de sangre, aunque de saberlo heriría la susceptibilidad de nuestros vecinos.

No es la más acertada de las definiciones. La explicación es cuando menos ambigua. Al menos así lo han expresado padres de alumnos de uno de los colegios de la capital lucense en los que se utiliza este libro de texto.

De no ser por el mapa físico que aparece a pie de página -en el que se distinguen los tres países que conforman la Península Ibérica- les podría suscitar más de una duda a los escolares de tercero de primaria que tienen que estudiar esta materia.

Resulta también curioso el criterio que utiliza para la traducción de ciertos nombres propios al gallego. Así los ríos son Douro, Texo y Xúquer o el estrecho es el de Xibraltar, sin embargo, algunas de las islas afortunadas son La Palma, La Gomera y El Hierro.

Estamos habituados a leer o al menos a conocer la publicación de libros que recogen las desafortunadas contestaciones que realizaron alumnos en exámenes. Atrevidas respuestas del estilo «los egipcios transformaban a los muertos en momias para que siguieran vivos», «los emperadores romanos organizaban combates de radiadores» o «la mortalidad infantil era muy elevada, excepto entre los ancianos».

No estaría de más que también se hiciese una recopliación de los gazapos que los escolares se encuentran en sus libros de texto. Aunque probablemente no serían tan divertidos, ni arrancarían tantas carcajadas porque ya se sabe que «para conservar mejor el hielo hay que congelarlo» y «un kilo de mercurio pesa prácticamente una tonelada».

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