José Manuel García Adán, el proxeneta imputado en la operación Carioca que regentaba el Queens y La Colina, tiene sin embargo una preocupación más inmediata que esa investigación, un caso en el que está mucho más próximo a ser juzgado y en el que se juega una pena sustancialmente mayor: 27 años de prisión por malos tratos, violencia habitual, detención ilegal y agresión sexual continuada contra su expareja y madre de su hija.
Pendiente de que la Audiencia Provincial fije fecha para la vista oral, el letrado del proxeneta propone como una de las bases de su defensa el testimonio de la menor, que no había sido propuesto por la Fiscalía ni por la acusación ya que la niña ya había prestado declaración en la fase de instrucción. Sin embargo, la defensa de Adán considera imprescindible su presencia en la vista oral, «si bien no es del agrado de esta parte, por la carga emocional que representa para la menor».
Mas de medio centenar de testigos
La Audiencia Provincial todavía no se ha pronunciado sobre las pruebas y testigos propuestas por la defensa de García Adán que permitirá en el juicio oral, pero parece bastante complicado que acceda a todas. Entre otras cosas, porque pide la comparecencia en sala de más de medio centenar de testigos.
