Fieles del Sagrado Corazón alquilan buses para ir a misa a San Francisco Javier

Uno de los carteles colgados anunciando el bus (Foto: AEP)
photo_camera Uno de los carteles colgados anunciando el bus (Foto: AEP)

Unos 40 feligreses de la parroquia del Sagrado Corazón asistieron a misa el pasado domingo en la iglesia de San Francisco Javier tras oponerse a la incorporación de un nuevo sacerdote, de origen brasileño, perteneciente al movimiento católico Camino Neocatecumenal, conocido popularmente como Los Kikos.

Los vecinos adoptaron esta decisión en una reunión que tuvo lugar el pasado miércoles en el centro social con el fin de analizar lo que está ocurriendo en la parroquia y, de paso, organizar una forma de desplazamiento para que los feligreses que se oponen a oír misa en el barrio tengan otras alternativas en otras parroquias. Hasta este domingo, muchos feligreses se negaban a entrar en la iglesia para oír misa y esperaban fuera con el fin de mostrar su oposición a la decisión del obispado de incorporar a un sacerdote del mencionado movimiento.

La decisión vecinal de alquilar un autobús fue anunciada en varios carteles que se colgaron en distintos puntos del barrio. Los feligreses se reunieron a las once y media ante la iglesia del Sagrado Corazón, media hora antes del inicio de la misa dominical en esta parroquia y con una hora de antelación con respecto a la misa de San Francisco Javier. «Sobre a unha e cinco xa estábamos na casa outra vez. Non sei se o cura de San Francisco Javier se decataría de quen éramos, pero si fomos bastantes. De todos os xeitos, tamén había moita xente na misa e esa igrexa é grande», comentaba ayer uno de los asistentes.

Mientras tanto, algunos vecinos comentaban que se vivieron momentos de tensión, al final de la misa del Sagrado Corazón, entre varios feligreses y el párroco de Castelo, José Ledo, que también oficia en el Sagrado Corazón desde hace años. En algunos círculos, se comenta que el sacerdote fue incluso zarandeado, tras concelebrar con el cura nuevo. José Ledo evitó pronunciarse sobre este tema y mostró esperanzas en que el conflicto se solucione pronto.

Los feligreses manifestaron que, desde la incorporación del nuevo sacerdote, fueron muy escasas las intervenciones del párroco, Guillermo Méndez, en el culto dominical. Lo mismo sucede, según las mismas fuentes, con el otro sacerdote asignado a la parroquia, Miguel Fernández Vilariño.

Los vecinos se reunirán mañana, de nuevo, en el centro social con el fin de determinar la forma de pagar el autobús que los llevará a misa a San Francisco Javier todos los domingos.

El movimiento vecinal había decidido hace un mes paralizar las protestas ante el temor de que estas influyesen negativamente en la delicada salud del párroco, Guillermo Méndez, de 96 años. Hasta entonces, los feligreses se manifestaron varias veces para oponerse a la incorporación del nuevo cura y pedir la continuidad de Guillermo Méndez y Miguel Fernández Vilariño al frente de la parroquia. Los vecinos también se reunieron con el obispo, Alfonso Carrasco, para intentar llegar a un acuerdo y hacer ver su opinión.

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