Cada día que pasa, y no sé si les sucede también a ustedes, me encuentro más confuso. No, no se trata de la cantidad de información que se puede recibir a nada que uno encienda el ordenador y que ya no se sabe como ordenarla, a que atenerse o a diferenciar lo tangible de lo real. Me refiero a cosas más sencillas, a las que me rodean día a día y que, por lo tanto, atraen más mi atención.
Vayamos por partes. Por ejemplo, en este mismo diario, ayer, el propietario del robledal de A Fervenza, en unión de la propietaria del pazo de Cascaxide, en Silleda, que posee allí otro estupendo bosque, volvían a denunciar la facilidad con que se pueden talar árboles centenarios debido a una orden existente en Galicia y elaborada por el anterior gobierno de la Xunta. Curiosamente, y en estos tiempos de campaña continuada, el líder estatal de ese partido que dictó dicha orden promete ahora, como gran novedad si alcanza el poder, plantar 500 millones de árboles por toda España, que ya son árboles, o sea, que arrancamos lo valioso ecológicamente hablando, para volver a empezar aunque en algunos municipios como Barreiros o Foz tendrán que hacer las plantaciones en los tejados del despropósito urbanístico porque otro sitio no les queda.
Más cosas. En Lugo se continúa construyendo pisos y más pisos, se siguen pidiendo por ellos precios dislocados para los bolsillos de los lucenses, algunas inmobiliarias han cerrado por falta de clientes, numerosas viviendas se encuentran vacías y sin embargo la especulación y el paroxismo continúan mientras que la capital regresa al PXOM del año 91, lo que vuelve a dar rienda suelta a esta espiral que no sé a donde conduce o quizás sí, a lo de siempre.
A lo de siempre también se ha vuelto en la medicina que por aquí se practica. Hace unos días se anunciaba que los cirujanos del Hospital Xeral operarán también en centros privados, vamos, el eterno retorno, el quiero y no puedo o la dialéctica del ventilador.
Hacienda, que se decía antes que éramos todos, anuncia que se van a investigar en España 12.000 operaciones abonadas en billetes de 500 euros por si conllevasen blanqueo de dinero o algún otro tipo de delito fiscal. No estará de más que, una vez finalizado el proceso, se informase más detalladamente de las realizadas en Lugo y en caso de resultar alguna positiva, se diesen a conocer los nombres de estos delincuentes pues no hay que olvidar que el fiscal también es un delito, que incluso se paga con la cárcel aunque para ello, visto lo visto, haya que esmerarse mucho.
Si a ello añadimos promesas como subida de las pensiones, los 400 euros de marras, la rebaja del IRPF, el pleno empleo o hasta dentista gratis, la confusión se acrecienta. Por favor, ¿alguien me puede explicar todo esto?
