Este verano, mejor dentro

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Claman al cielo. El sector hostelero comienza a desesperarse ante el incesante mal tiempo que parece haberse empeñado en quedarse en Lugo también al inicio de este mes de agosto. La nubosidad persiste y las temperaturas no terminan de subir, para desgracia de bares y cafeterías. En especial, la inestabilidad meteorológica está afectando a la temporada de terrazas, castigando aún más a un negocio que no atraviesa por su mejor momento.

 

«Desde luego, como venga un mes de agosto como el de julio no compensa en absoluto tener las terrazas fuera. El descenso de consumidores ronda un 40 por ciento», asegura José María López Mera, propietario del bar O Pote, en la Praza do Campo. «Este año está haciendo muy mal tiempo y encima el tema crisis se nota mucho. El turismo ha bajado considerablemente y en verano no podemos contar con la clientela habitual porque la mayoría están de vacaciones», añade.

 

Y es que el mes de julio ha dejado helados a turistas y establecimientos lucenses. A los primeros por el tiempo y a los segundos por la bajada de ingresos, y las previsiones para agosto, tradicionalmente el mes más rentable del año, no resultan alentadoras.

 

Sin embargo, y a pesar del descenso de clientes, los propietarios de los establecimientos tienen claro que las terrazas suponen un importante, y casi ineludible, reclamo durante los meses de julio y agosto. El dueño del bar Ríos, en Campo Castelo, Santiago Pérez, señala que, a pesar del mal tiempo, ha decidido instalar la terraza todos los días durante tres meses. «Con que me salgan al día tres o cuatro mesas buenas ya me compensa», asegura. Este hostelero reconoce que el cálculo de las tarifas municipales por las terrazas no es tarea fácil, pero considera que deberían ser revisadas, ya que ve injusto que el Concello las mantenga fijas «tanto si el verano ha sido bueno que si no lo ha sido».

 

Para terrazas como las situadas en la Praza Maior, que permanecen abiertas durante todo el año, la tarifa por cada metro cuadrado o fracción de terreno de uso público supone el pago de una cantidad de 57,90 euros, mientras que para los que optan por instalarlas tan solo en período estival, la cifra se reduce hasta los 28,95 euros por metro cuadrado o fracción.

 

La mayoría de los hosteleros coinciden en señalar que el descenso de clientes se mueve en torno a un 20 y un 40%, pero algunos, en especial los de la Praza Maior, optan por mantener la terraza durante todo el año, ya que es sin duda el mayor reclamo de los establecimientos. «A nosotros sí nos compensan las tarifas, y eso que los turistas vienen con menos dinero este año», afirma el gerente del Café del Centro, Antonio Blanco.

 

José Romay y su mujer Luisa López, del restaurante Tosar, aseguran estar a la expectativa de lo que ocurrirá este mes. «Desde luego, como venga como el pasado no compensa en absoluto mantener las terrazas». «Habrá que seguir luchando con la buena tapa para que esta tendencia cambie. El año pasado fue mejor que éste, pero tampoco mucho, ha habido años mucho mejores», concluyen. 

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