''Es una pena no aprovechar el Urban''

Orozco, Méndez y Figueroa, con técnicos del plan Urban, ayer junto a la terraza renovada (Foto: Vázquez)
photo_camera Orozco, Méndez y Figueroa, con técnicos del plan Urban, ayer junto a la terraza renovada (Foto: Vázquez)

Los hosteleros lucenses comienzan a convencerse de las ventajas de aprovechar las subvenciones del plan Urban para remodelar sus locales. Jorge Figueroa, propietario del Mesón O Castelo de la Rúa Nova, acaba de acogerse a las ayudas, aunque lamenta que muchos empresarios del sector de la zona centro no las aprovechen. «Es una pena porque, además, apenas tardan en pagarlas», asegura Figueroa, que acaba de realizar una inversión de casi 18.000 euros en remodelar la terraza, para lo cual se decidió por utilizar la madera, un material más caro pero que el Concello, junto con el Centro de Investigación da Madeira de Galicia, trata de promocionar y que ayer centró una jornada informativa dirigida a los hosteleros.

Pero a Jorge Figueroa costó poco convencerle de los beneficios de este tipo de mobiliario. «Es más caro, porque cada mesa sale por unos 200 euros y las sillas a 150, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo para el cliente sentarse en una terraza que también ofrece una mejor imagen para la ciudad», explica. Además, considera que la subvención del plan Urban y que llega al 50% de la inversión, ayuda a compensar la apuesta por este material.

Así se lo explicó también al alcalde José López Orozco y a la concejala de economía y empleo, Sonia Méndez, que ayer visitaron el Mesón O Castelo para comprobar in situ el efecto visual de las terrazas con mobiliario de madera.

Jorge Figueroa anima por ello al resto de hosteleros a seguir su ejemplo, aunque asegura que después de haber visto cómo quedó la de su mesón, algunos propietarios de establecimientos de la Praza do Campo también se han decidido a instalar terrazas de madera. Además, este empresario lucense destaca que desde el Concello se da asesoramiento sobre cómo tratar la madera para evitar su deterioro. «Nos subvencionan el material de mantenimiento y nos informan de cómo hay que aplicar los tratamientos para la madera, que sólo es preciso hacer una vez al año y lo puede realizar uno mismo», aclara. Figueroa también tiene previsto en breve cambiar el rótulo de su local, del que dice que parece el de una autovía. «Es uno de los más feos de la calle y solo estoy esperando a que el decorador me dé una solución que me guste. Creo que incluso lo voy a sacar antes de tener el nuevo», sentencia.

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