Algo más de 200 arquitectos están llamados a votar hoy para elegir la directiva de la delegación lucense del Colexio de Arquitectos para los próximos cuatro años. Laura Prieto y Raúl Veiga, dos arquitectos generalistas que llevan años comprometidos con la organización, encabezan sendas candidaturas.
Raúl Veiga Lamelas: ''Hay que buscar la manera de generar actividad más allá de la redacción de proyectos''
TRAS VARIOS AÑOS como miembro de la comisión de Cultura de la delegación del Colexio de Arquitectos, Raúl Veiga decidió dar un paso más y presentar candidatura «porque alguien tiene que hacerlo» y porque concurre con un equipo muy experimentado. «Todos los miembros procedemos de la comisión de Cultura, por lo que ya tenemos una forma de trabajar», señala.
De hecho, si salen elegidos, Veiga y su equipo intentarán trasladar a la organización su sistema de trabajo asambleario. «Queremos que cualquier decisión que se tome sea lo más consensuada, conocida y meditada por el resto de colegiados, en consonancia con el nuevo modelo profesional, más cooperativo», indica.
En cuanto a su programa de gobierno, Veiga explica que la prioridad será buscar la manera de generar actividad laboral más allá de la redacción de proyectos técnicos «porque el arquitecto tiene muchas otras capacidades por su formación multidisciplinar y porque está facultado para ellas», indica Veiga.
Este profesional considera que el arquitecto no debe limitarse a hacer obra sino que debe observar las necesidades de los ciudadanos, «incluso aquellas que los ciudadanos no conocen». De esta forma -explica Veiga- se consigue un doble objetivo: una mayor implicación del arquitecto en la sociedad y nuevos nichos de trabajo en un momento especialmente difícil para la profesión debido a la caída de obra. «Hay estudios que se disuelven, otros que reducen equipos y, aunque el bum de la diáspora todavía no ha llegado, ya hay gente que se está marchando a Latinoamérica, a África...», afirma Veiga.
El dato que mejor refleja el parón que vive la arquitectura es la cifra de visados. En el colegio lucense cayó un 80% en los últimos tres años, por lo que el bajón de los ingresos fue directamente proporcional. Con todo, de momento la situación financiera de la organización es «óptima» y es posible seguir haciendo cosas, indica Veiga. Entre sus proyectos figuran dinamizar la web, impulsar las redes sociales y crear un área de asistencia ciudadana, ya sea presencial, telefónica o vía internet. «Mucha gente no sabe qué es un arquitecto», señala Veiga, que también ve necesario abrir un debate sobre el visado, ante la posibilidad de que desaparezca su obligatoriedad.
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Laura Prieto Varela: ''La ventanilla única para que el visado sirva para obtener licencia directa es clave'' |
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La decisión de dar ahora un paso más al frente responde a las ganas de continuar con el trabajo realizado en los últimos años, que no fueron fáciles, dice, por los fuertes cambios a los que tuvo que enfrentarse la organización. La caída de ingresos derivada del descenso de visados fue uno de ellos y obligó a una importante reestructuración interna -la delegación pasó de tener seis trabajadores, a dos-, pero además se produjeron muchos cambios en la normativa (aprobación del Código Técnico de Edificación; de las Normas do Hábitat, posteriormente revisadas; de la Ley Ómnibus...) que supusieron un importante esfuerzo de adaptación, recuerda. Sin embargo, Prieto considera que esas circunstancias no repercutieron en el servicio a los colegiados. «La reestructuración interna ha sido suave, con jubilaciones, prejubilaciones... y siempre hemos mantenido el servicio al colegiado, y eso que en algunos momentos hubo situaciones complicadas de liquidez. La web, por ejemplo, ha evolucionado mucho y es una referencia para otras delegaciones; la comisión de asuntos tecnológicos ha recibido algún premio por su trabajo; la de cultura continuó haciendo actividades...», recapitula la arquitecta. «Yo soy optimista. Creo que hemos pasado lo peor -de hecho, parece que hay una ligera tendencia al alza-, y que los arquitectos podemos aportar mucho a la sociedad», añade. En cuanto a su programa, Prieto explica que lo primero será crear la ventanilla única, un proyecto en el que ya empezó a trabajar la anterior directiva y que servirá para que, mediante un convenio con el Concello, el visado sea suficiente para obtener directamente licencia de obra. «Ya funciona en otros ayuntamientos porque ahorra costes a la administración y tiempo al promotor, y para el colegio significa darle mayor contenido al visado», señala. Otros retos son reforzar el asesoramiento al colegiado, dinamizar la bolsa de trabajo ya existente y continuar con actividades de formación y culturales, tanto para colegiados como para el público. |
