Alumnos y profesores del instituto Ánxel Fole, de A Piringalla, asisten a clase con abrigo y bufanda, y alguno incluso con guantes, para sortear el frío que hace en las aulas por la falta de calefacción, como recoge El Progreso en su edición impresa de este jueves.
La reciente ola de frío ha agravado la situación. El secretario del instituto, Xosé Manuel Castro Castedo, reconoció en nombre del equipo directivo la existencia de averías en el sistema de calefacción, que se intentaron solventar durante el período vacacional navideño.
Sin embargo, el problema persiste. Los técnicos responsables de las reparaciones regresarán este jueves al centro para purgar y mejorar el rendimiento de un conjunto de radiadores, situados en el segundo piso del edificio.
Los estudiantes, en tanto, comentan que, aunque hace frío en todo el instituto, éste es más intenso en la segunda planta donde se distribuyen un total de trece aulas para alumnos, principalmente, de tercero y cuarto de la ESO. En ellas, las materias que se imparten son tanto obligatorias y optativas. "No podemos dejar de asistir a clase por el problema", reconocía una alumna.
Asimismo, docentes como Luis, de la materia de Dibujo, declaran que la peor situación se vive en los extremos del inmueble y, en su caso, el remedio es dar clase "con la cazadora y la bufanda encima para aguantar". Además, este profesor apunta que el problema, del que desconoce el origen, "se arrastra desde hace tiempo". Lo mismo opinan los alumnos, que la semana pasada, con la ola de frío, atendieron a la lección "con toda la ropa encima", advierte María, estudiante de 4º C y comenta que "hubo profesoras que nos animaron a organizar una huelga".
Sobre la fecha de las averías, Xosé Manuel Castro calcula que se produjeron en noviembre pero las reparaciones, para no dejar a todo el centro sin suministro, no se llevaron a cabo hasta las vacaciones navideñas. La empresa realizó los arreglos durante cinco días laborales y terminó el pasado 29 de diciembre pero algunos radiadores os quedaron en mal estado.
Más inversión
Para el personal directivo del centro, las obras realizadas hasta el momento no son suficientes y las consideran "parches a corto plazo”. Por eso, piden que la Consellería de Educación, consciente del problema, "invierta una mayor cantidad y cambie todo el sistema de calefacción" con más de veinticinco años de antigüedad. En este sentido, Xosé Manuel Castro apunta que, si bien las averías se repararán en breve, "las tuberías son viajes y algunas continuarán picándose".
Construido en 1985, el instituto Ánxel Fole acoge a alumnos de ESO y estudiantes de bachillerato en las modalidades de ciencias y tecnología y de humanidades y ciencias sociales.
Tercero y cuarto de ESO
Los alumnos de cuarto y tercero de ESO dicen ser los más afectados por las bajas temperaturas que se notaron, sobre todo, a la vuelta de las vacaciones navideñas y durante la ola de frío polar de los últimos días. La situación perjudica su rendimiento.
Algunos alumnos comentan que los profesores del centro se quejaron en clase por el frío y les llamaron a movilizarse.
2.600 euros del presupuesto propio
El equipo directivo del instituto de educación secundaria Ánxel Fole invirtió de 2.642 euros en las reparaciones del sistema calefactor realizadas el pasado mes de diciembre.
En palabras del secretario del centro, Xosé Manuel Castro, las obras consistieron en "cambiar la parte de la chimenea de la caldera rota, un calderín, una llave, un radiador que perdía agua y los purgadores de los ventiladores de aire situados en el gimnasio". Además, informó que en 2008 ya se cambió otro radiador y que, de todos modos, la solución a largo plazo pasa por cambiar todo el sistema de calefacción a cuyo gasto "no podemos facer frente".
El reparto de los presupuestos entre los centros educativos gallegos es desigual, recibiendo una mayor cantidad aquellos que ofrecen planes de formación profesional. Éste es el caso del IES A Piringalla, situado justo al lado del Ánxel Fole, que cuenta con una mayor partida económica. Allí, la calefacción se enciende de 8.30 a 12.00 horas y de 17.30 a 21.30, aunque hay días que no se apaga hasta las 22.30. No obstante, para no derrochar, allí se usa energía de alto rendimiento y ecológica, además de aprovechar el calor con la instalación de termostatos en los radiadores de las aulas.
