El Xeral dejará de realizar intervenciones quirúgicas programadas cuando se registre el pico de la gripe A y asumirá sólo las urgentes. Ésa es una de las medidas adoptadas por el hospital durante el simulacro de pandemia de gripe que realizó en el 2005, entre el 3 de octubre y el 28 de noviembre, y que será el que se aplique cuando empiecen a aumentar los casos de infectados por el virus H1N1 en Lugo.
La elaboración del informe fue encargado al complejo Xeral-Calde por el Ministerio de Sanidad y el Center for Disease Control (CDC) para estudiar el impacto de una pandemia de gripe en un hospital de segundo nivel. Se hizo a raíz de la aparición de la gripe aviar, aunque finalmente no tuvo que ser aplicado entonces. «Es un estudio piloto sobre cómo manejar la carga asistencial que implica una pandemia de gripe, sea el tipo de gripe que sea», aclara Carlos Quintas, jefe de servicio de Medicina Preventiva e integrante del equipo de trabajo que lo elaboró y también miembro del actual gabinete de crisis formado el pasado mes de abril en el Xeral a raíz de la gripe A.
El informe trabaja en base a una tasa de afectación de la gripe del 25% de la población, que, según prevé Quintas, será la máxima a la que se llegue con la gripe A, aunque algunos gobiernos europeos la sitúen entre el 30 y el 40%. De esta forma, se prevé que será preciso limitar las intervenciones quirúrgicas a las de urgencia, cancelando todas las programadas.
Dejar de operar permitirá ampliar las camas de UCI, añadiendo las veinte de la Unidad de Reanimación y Despertar, y utilizar todos los respiradores del hospital para los enfermos de gripe, a excepción de los situados en los quirófanos del Materno, que es donde se harán las operaciones urgentes y se atenderán partos y cesáreas. Además, el estudio refleja la necesidad de que, en el pico de la pandemia, será necesario utilizar los quirófanos como salas de cuidados intensivos.
MÉTODO
El grupo de trabajo —en el que participaron, además de gerencia, dirección y subdirección médica y dirección y subdirección de Enfermería, los servicios de Urgencias, Medicina Interna, Pediatría, Neumología, UCI, Anestesia y Reanimación, Medicina Preventiva, Admisión y el comité de Ética— recibió cada día durante los 56 durante los que se prolongó el simulacro unas variables de parte del Sergas. En ellas se fijaban las consultas del día por gripe, los ingresos, las altas y bajas, emulando la evolución de una onda pandémica.
El hospital tenía la obligación de responder con sus recursos a la carga asistencial de cada jornada, tanto por gripe como por otras patologías, gestionando sus recursos humanos y materiales. De ahí sale un programa de trabajo que permite que, según destaca Quintas, el complejo Xeral-Calde esté «preparado para afrontar los casos de gripe».
Ese mismo estudio será usado por otros centros que no cuenten con su propio plan de trabajo, adaptándolo a los recursos con los que cuenten.
