El uso del coche cae por la crisis y la subida del carburante

Avenida das Américas .(S. Senande/ EP)
photo_camera Avenida das Américas .(S. Senande/ EP)

El parque automovilístico de la provincia sigue creciendo, pero los lucenses cada vez usan menos el coche. El encarecimiento del carburante, pero sobre todo el aumento del paro y el descenso del poder adquisitivo de muchos ciudadanos está haciendo que muchos conductores dejen el coche en casa.

Las mediciones que hace la Policía Local en los dos puntos de la ciudad con mayor intensidad de tráfico, la Ronda da Muralla y la Avenida das Américas, constatan ese menor uso del vehículo. No obstante, son viales relativamente próximos al hospital Xeral, una instalación que dejó de funcionar del todo en febrero del año pasado, por lo que parte del descenso de circulación puede estar relacionado con este cierre.

Por la Ronda da Muralla -entre la Rúa Nova y Bispo Odoario- circularon en enero del año pasado 565.324 coches, 60.253 menos que en el mismo mes de 2007, cuando la crisis todavía no había llegado a Lugo y el precio del carburante estaba mucho más contenido. Enero y marzo son los meses de más tráfico en la ciudad, según los datos tomados por la Policía Local. La diferencia entre marzo de 2007 y de 2011 fue de 11.821 vehículos menos el año pasado.

El otro vial que soporta más tráfico es la Avenida das Américas, en el tramo comprendido entre las calles Bidueiro y Pomar. Sobre esta vía, la Policía ofrece datos de 2008 y 2011. En enero de hace cinco años pasaron 569.227 vehículos por ese punto, 59.137 más que en el mismo mes del año pasado. El descenso desde marzo de 2008 a marzo de 2011 fue de 11.821 vehículos.

El tráfico desciende pese a que el número de vehículos sigue creciendo. El Concello de Lugo pasó al cobro 61.126 recibos del impuesto de circulación, 482 más que hace cinco años. Según datos de la Dirección General de Tráfico, en 2010 había 189.977 turismos en la provincia, 7.885 más que en 2007.

El menor uso del automóvil se percibe en muchos ámbitos, pero uno de los más indicativos es el relativo a las ventas de carburante. En noviembre pasado -la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos no ofrece datos más recientes-, se despacharon en la provincia de Lugo un total de 1.161 toneladas menos de gasóleo A que en el mismo mes de 2007. En el caso de la gasolina de 95 octanos, la más utilizada, el descenso fue de 337 toneladas en total.

En solo un año, de noviembre de 2010 al mismo mes de 2011, el gasóleo pasó de costar 111,45 céntimos el litro a 130,70 y la gasolina de 95 octanos subió de 118,42 a 130,39 céntimos, por lo que el encarecimiento del carburante puede ser una de las causas del menor uso del coche, aunque no la única. «A la gente que se ve obligada a viajar no le queda otra que surtir, pero el sector ha cambiado como del día a la noche. Hay gente que antes echaba 15 euros y ahora echa10, clientes que intentan pagar con la tarjeta de crédito y no les pasa, más uso de las tarjetas...», explica el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio, Manuel López.

MENOS PÁRKING
Los aparcamientos han notado también un descenso muy importante de entradas y las atribuyen en buena medida al aumento del desempleo. «Notamos que gente que venía a trabajar al centro ya no viene», explica una empleada del aparcamiento Ánxel Fole. «En los alquileres también hemos notado un poco de bajada», añade.

La entrada ha bajado también de forma muy considerable en los tres aparcamientos públicos, que gestiona la empresa Interpárking Hispania. La afluencia a los de Santo Domingo y A Constitución cayó en torno a un 20% en los tres últimos años, según el portavoz de Interpárking en Galicia, José Luis del Oro. En la Praza de Ferrol el descenso fue de un 60%, pero en este caso la principal causa fue el traslado de las consultas especializadas del ambulatorio al Hula.

Además de menos entradas, el tiempo de estancia en el párking también se redujo, «en torno a un 30%», indica. «La gente usa el aparcamiento justo lo necesario, no paga extras», afirma Del Oro, para quien la principal causa de ambos descensos no es tanto la subida del carburante como el paro. Según las estadísticas de la Consellería de Traballo, en enero de 2007 había 10.498 desempleados en la provincia de Lugo. El mes pasado, 16.885, un 60% más.

 

Circulación
Las mediciones de la Policía Local prueban que el tráfico ha bajado en la Ronda y en la Avenida das Américas, los viales más utilizados

Aparcamiento
La entrada a los tres párkings públicos de la ciudad ha descendido una media de un 40% en los últimos tres años

La matriculación, a la mitad
Un indicador que refleja muy bien cómo ha cambiado el sector del automóvil en los últimos años es la matriculación de nuevos vehículos. Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en 2007 hubo 8.895 matriculaciones de turismos y todoterrenos en la provincia de Lugo, frente a las 4.115 del año pasado.

Plan Renove
Las ventas de vehículos están muy asociadas a los planes Renove. Tras el descenso iniciado en 2008 (6.803 nuevas matrículas), en 2009 hubo un repunte (7.303 matrículas) y después volvieron a caer.

TESTIMONIO
Manuel López, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio

''Una gasolinera no es un negocio de oro, si la gente supiera...''
Los márgenes son «irrisorios» y los gastos también han subido para este sector, asegura su portavoz

Cada vez que sube el precio del carburante son muchos los ciudadanos que ven en las gasolineras un negocio boyante, pero el presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, Manuel López, asegura que no hay nada más lejos de eso. «La gente piensa que es un negocio para hacerse de oro y la realidad es que da para vivir», dice.

López explica que las gasolineras cobran una comisión por litro de combustible vendido, no un porcentaje, de tal forma que aunque para el consumidor suba el precio, para las estaciones los márgenes de beneficio no varía. «Son irrisorios. Si la gente supiera...», se lamenta.

López explica que los gastos de funcionamiento han subido también para estos negocios y los riesgos de impagos son mayores a hace unos años, sobre todo en las gasolineras rurales, que despachan mucho a crédito. «Tardan más en cobrar», afirma.

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