El suministro fantasma

José Balsa, ante el bar de la Rúa Illas Canarias que tiene alquilado a una inquilina. pepe álvez
photo_camera José Balsa, ante el bar de la Rúa Illas Canarias que tiene alquilado a una inquilina. pepe álvez

José Balsa no se lo acaba de creer. Los quebraderos de cabeza se repiten. Su historia no deja de ser rocambolesca. Desde hace trece meses E-on abastece al bar que tiene arrendado en la Rúa Illas Canarias de la capital lucense. Pero el sábado se encontraba con la sorpresa de que su anterior compañía, Iberdrola, le exige el pago antes de 7 de diciembre de 823,81 euros por la factura eléctrica.

«Este local no le consumió a Iberdrola ni un solo vatio de luz desde octubre del año pasado», aseguró este jubilado del barrio de Albeiros.

José Balsa, que se siente mitad «impotente», mitad «alucinado» ante esta situación kafkiana, se está planteando emprender acciones legales contra la compañía eléctrica por lo que considera un «abuso».

La historia se remonta a octubre del año pasado. La anterior inquilina de José Balsa dejó el bar. Cuando procedió a cambiar de titular y a solicitar menos potencia, Iberdrola «sin previo aviso», según detalló, le cortó la luz y le quitó el contador.

El propietario aseguró que cuando se puso en contacto telefónico con la compañía para restablecer el servicio, su interlocutora le indicó que estaba al corriente del pago. Sin embargo, precisó que sus gestiones no dieron resultado y no consiguió que le volviesen a dar el alta.

«Ya estaba indignado el año pasado cuando me pasé siete horas colgado del teléfono en diferentes llamadas porque además perdí un mes de alquiler», aseguró José Balsa, quien agregó que «fruto de la desidia de Iberdrola, cambié de compañía».

Tras presentar entonces una reclamación ante la Consellería de Economía e Industria, de la que trece meses después dice que todavía no ha recibido contestación, el 20 de octubre de 2009 solicitó el servicio eléctrico a E-on, quien suministra al bar desde entonces.

«Cambié además de compañía porque no cuenta con una oficina física en Lugo para presentar cualquier solicitud o queja si tienes algún problema», advirtió Balsa.

Ahora que se encuentra con la reclamación, este jubilado afirmó que «no estoy dispuesto a estar otra vez colgado del teléfono para solucionarlo y estoy velando por mi salud. Estoy a tratamiento por dos infartos que sufrí».

Una nueva queja
Los problemas de los abonados con las compañías eléctricas son frecuentes, aunque no lo es tanto por intentar cobrar por un suministro que no presta, como, según denunció, le pasó a este afectado lucense. Las quejas que presentan los clientes ante las diferentes organizaciones de consumidores u oficinas públicas por presuntamente facturar más de la cuenta están al orden del día.

El caso de este jubilado del barrio de Albeiros vuelve a la primera página de la actualidad la campaña que se ha iniciado a nivel nacional contra las compañías eléctricas que facturen más de lo debido.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Lugo se suma a esta campaña para recoger reclamaciones contra la facturación de compañías eléctricas.

Este colectivo le ha solicitado a la Consellería de Economía e Industria que le exija a las empresas que realicen la lectura mensual de los contadores. Lo hace porque considera que así el recibo que emiten se ajustará al consumo real y no será a veces estimado.

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