El PP dice que la actual delegada de urbanismo cree que O Garañón es un error

El PP de Lugo lo ve claro. La propia delegada de urbanismo del Concello, María Novo, considera que la urbanización autorizada en O Garañón, al lado de las cuestas del parque Rosalía de Castro, es un error, por lo que supone toda una «desacreditación» a la decisión que en su día tomó el equipo de José López Orozco, cuando aprobó un convenio con el propietario de los terrenos que permite la construcción de seis torres de nueve plantas cada una. En ese momento, el concejal de urbanismo era José Ramón Gómez Besteiro, hoy presidente de la Diputación Provincial, reseña.

El portavoz municipal del PP, Jaime Castiñeira, cree que no se puede hacer otra lectura de las declaraciones realizadas por Novo a principios de semana. La actual delegada de urbanismo confió en que el PGOM esté aprobado antes de que el promotor de la polémica urbanización solicite la licencia para el resto de los edificios -de momento sólo hay dos en construcción-. Novo basó su esperanza en que el constructor no encuentre financiación para esos inmuebles, una circunstancia que se podría dar dada la fuerte crisis que vive el sector.

Para el candidato a la alcaldía, las palabras de Novo sobre la financiación son una «burla a los lucenses» -«¿non sabe que se pode vender e comprar?», preguntó- y un «aviso» al promotor para que solicite las licencias inmediatamente. «Igual ocorre como pasou co convenio e co Peri e se tramitan en tempo récord», ironizó.

No obstante, lo más destacable para Castiñeira es que, con estas palabras, la delegada de urbanismo «admite que nunca se deberían ter dado licenzas no Garañón», puesto que el criterio de la Xunta, recalca el edil, no varió. «Se non houbo cambios na lei nin na opinión da Xunta e agora Novo di que non se deben dar máis licenzas, o que entendemos é que está a recoñecer que non se debería ter dado ningunha», indicó.

El portavoz popular recordó que, en el informe remitido este lunes, Cultura reitera las consideraciones hechas en 2006 y 2007, en las que se oponía a las edificaciones por su gran impacto, porque no respetan la topografía del entorno y, sobre todo, porque el Concello no consultó a la Dirección Xeral de Patrimonio.

Castiñeira insistió en que la petición que hace Cultura ahora para que se extienda a cien metros el ámbito de protección del Parque y del sanatorio Portela no supone ningún cambio de criterio porque es algo que establece la Lei de Patrimonio. El problema, apunta el edil, es que el Concello no lo había incorporado.

Difícil marcha atrás. El candidato popular a la alcaldía cree que, con las declaraciones de Novo, el gobierno pretende «vender un cambio de postura por razóns electorais». Es, dice el PP, un ejemplo más de la «incoherencia» que debe hacer ver a los ciudadanos que Orozco no es de fiar, afirmó.

Con todo, Castiñeira reconoció que es difícil dar marcha atrás a la urbanización porque uno de los edificios que más impacta ya casi está levantado.

La propuesta del PP era negociar con el promotor una redistribución de la edificabilidad para llevarla a la parte más baja del solar, una solución que el constructor rechazó. Ante esta situación, Castiñeira reconoció que, si el promotor pide más licencias, no habrá más remedio que dárselas, aunque recalcó que, si él gobierna, no lo hará sin antes pasar por Patrimonio. Y es difícil, apuntó, que ésta autorice bloques como los que se están levantando. 

LOS SERVICIOS MUNICIPALES SE REORGANIZAN PARA AGILIZAR TRÁMITES URBANÍSTICOS

El alcalde de Lugo aprobó una reorganización de los servicios municipales de infraestruturas y urbanismo que supone devolver al primero competencias que hace unos años habían pasado al segundo y que tendrá como consecuencia la agilización en la respuesta a trámites solicitados por los ciudadanos.

Así lo explicó ayer la delegada de urbanismo, María Novo, quien indicó que la devolución de competencias a infraestruturas se debe a que este servicio vio reforzada su plantilla con un topógrafo y dos ingenieras.

A partir de ahora, los asuntos relacionados con alineaciones y rasantes, trazados de plantas y realización de parcelarios dependerán de la concejalía de infraestruturas, un departamento que dirige José Piñeiro.

Esta reorganización conlleva que en urbanismo queden más liberados los arquitectos y que éstos puedan responder con más agilidad tanto a la solicitud de licencias de obra menor y dedicar más tiempo a asuntos de disciplina urbanística.

«Una vez que recibamos una denuncia por maleza, por ejemplo, podremos comprobarla más rápido y, o bien archivarla o bien abrir expediente», explicó Novo.

Respecto a las licencias, la delegada explicó que, en general, el Concello las responde en plazo (um mes) aunque algunas tardan más, reconoció, porque si las actuaciones solicitadas se encuentran en los ámbitos de protección de otros bienes, se envían a la Consellería de Cultura para que las informe. Esta decisión se tomó a raíz del caso de O Garañón.

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