El portavoz del grupo municipal del PP en Lugo capital, Joaquín García Díez, exigió este viernes al equipo de gobierno, que preside el socialista José López Orozco, el cese inmediato del director general de la Policía Local, Darío Diéguez, y el relevo de José Rábade al frente de la concejalía de Réxime Interior e Protección da Comunidade, por la supuesta denuncia que presentó el primero ante la Fiscalía contra el concejal Enrique Rozas, a raíz de unas declaraciones en las que el edil popular hizo públicas deficiencias en materia de seguridad en las dependencias de este cuerpo. La denuncia fue archivada por el fiscal.
Arropado por los demás miembros del grupo municipal, García Díez aseguró que "la denuncia presentada contra el concejal popular tiene como único fin coartar la libertad de expresión". Por ello, matizó, "hoy ha sido contra Enrique Rozas, pero mañana puede ser contra cualquier otro" miembro de la corporación.
García Díez dijo que "lo que pasa en Lugo no pasa en ninguna otra corporación municipal", porque es "un auténtico descaro que, después de intentar cercenar el derecho a informar de un concejal del PP, el propio alcalde afirme que denunciarlo ante la Fiscalía es un acto asombrosamente democrático".
Desde su punto de vista, esta forma de actuar demuestra, una vez más, que los socialistas son "demócratas de boquilla", a los que les cuesta encajar las derrotas electorales y "nunca hacen las maletas en silencio".
García Díez recordó que esta situación no es nueva en el Ayuntamiento de Lugo, porque el mismo alcalde también le pidió a la Fiscalía, en enero de 2004, que actuase contra la anterior portavoz del PP, Manuela López Besteiro, cuando ésta denunció un caso de escuchas telefónicas en el seno de la Policía Local, aunque finalmente la causa fue archivada.
