El PP criticó ayer la permisividad del Concello hacia los ‘gorrillas’, personas que en determinadas zonas de la ciudad -fundamentalmente en torno al Hula- coaccionan a los conductores para que les den dinero a cambio de ayudarles a aparcar.
El concejal Antonio Ameijide explicó que el control de esa actividad figuraba en el borrador de la ordenanza de circulación y en el documento aprobado inicialmente, y que en cambio desapareció del texto que fue aprobado definitivamente este lunes en el pleno. «Como di o alcalde, o que non está prohibido está permitido. Deste xeito, a práctica queda validada, porque ademais rexeitouse unha enmenda presentada por nós mesmos na que se requiría unha maior contundencia con quen exerce e demanda este imposto revolucionario», afirmó.
