El personal de Moyvesa no cobra y se declara ''desesperado''

El impago de las nóminas está ahogando a los trabajadores del concesionario de Opel en Lugo, que ayer denunciaron que se encuentran en una situación «desesperada».

«Nos deben 34 días de antes de que se hicieran cargo de la empresa los administradores judiciales, la extra de verano y la nómina del mes de julio», relataba ayer uno de los empleados, que explicaba que hay trabajadores que han pedido la baja en la empresa hace un mes «y no se la dan».

Hay gente que quiere irse, perdiendo ya cualquier derecho, y no puede, explicaba este portavoz del concesionario, que entró en una fuerte crisis hace meses y en estos momentos se encuentra en proceso concursal.

La situación es angustiosa para todos los trabajadores, pero si cabe es más dura para empleados que tendrían la posibilidad de incorporarse ya a otros empleos, pues tienen ofertas de trabajo, y no pueden hacerlo porque no consiguen desligarse de la empresa.

DEUDAS

 «Tenemos hijos y gastos fijos que no podemos afrontar, pero no logramos que los administradores concursales nos paguen las nóminas atrasadas»,aseguraba un empleado, que destacaba que hay trabajadores que están pensando incluso en vender sus pisos para poder hacer frente a la hipoteca pendiente y, de esa forma, no perder todo lo que tienen.

La situación económica de algunos de los afectados es angustiosa precisamente porque muchos de ellos tienen hipotecas a las que no pueden hacer frente desde hace meses «y por las que habrá que pagar intereses de demora», señalaban ayer. Esos recargos preocupan especialmente a trabajadores cuyas nóminas apenas llegan ya para pagar los plazos de la vivienda.

Los trabajadores se quejan de que ellos no cobran y, en cambio, «los administradores judiciales han percibido el 20 por ciento de sus emolumentos, que suponen unos 20.000 euros».

Vinculan los nuevos retrasos en los pagos de las nóminas con el hecho de que los administradores concursales nombrados por el juzgado han cogido días de vacaciones, lo que ha provocado un nuevo impass en una empresa que «está llamada a cerrar», sostienen los trabajadores, que llevan ya muchos meses de precariedad.

La situación afecta a la treintena de empleados que Moyvesa -titular del concesionario- tiene en Lugo, ya que ninguno de los trabajadores de la firma ha logrado todavía dejar la empresa a pesar de que muchos de ellos incluso recurrieron al juzgado para pedir la cancelación de sus contratatos de trabajo.

Una crisis que lastró a otras firmas

La crisis de Moyvesa estalló el pasado mes de diciembre y, desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar. De hecho, la crisis del concesionario de Lugo fue arrastrando a otras de las empresas de Moyvesa (grupo ourensano), de forma que al final también Sistral y Autoprais, así como el concecionario de Opel en Viveiro, entraron en crisis hace unos meses. También se vio afectado la firma en A Coruña.

PROCESO PENDIENTE

El Ere temporal previsto por los administradores todavía no fue aprobado

El personal de Moyvesa sigue pendiente de la aprobación del expediente de regulación de empleo (Ere) previsto por los administradores judiciales y planteado al juzgado mercantil de la capital.

La solicitud del Ere, de carácter temporal, se presentó a comienzos de julio y tenía como objetivo enviar durante tres meses al paro a 26 de los 32 trabajadores de la empresa en Lugo.

La aprobación del Ere habría permitido a los trabajadores afectados empezar a cobrar el paro, lo que habría aliviado la situación en la que se encuentran los integrantes de la plantilla del concesionario.

El Ere no se planteó para la totalidad de la plantilla debido a que los administradores pretendían que siguiera trabajando una persona en cada uno de los departamentos de la empresa, para mantener abiertas las puertas.

Sin embargo, los trabajadores se quejan de que la actividad es prácticamente nula en estos momentos. «Si antes entraban treinta coches al día en los talleres, ahora llegan dos, y ventas, por supuesto, no se hacen», detallaba ayer uno de los integrantes de la plantilla.

Mientras, la presentación del Ere provocó que no siguiera adelante la demanda de extinción de contratos que habían presentado hace meses 28 de los trabajadores del concesionario, que decidieron recurrir a esa fórmula para intentar dejar la empresa una vez que ésta entró en un fuerte proceso de crisis y comenzaron los retrasos en los pagos de las nóminas.

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