El parón urbanístico que ha sufrido el polígono Sur K, en Sanfiz, en donde hace años se preveía la construcción de más de 2.000 viviendas, le ha pasado factura a la promotora Proasur Inversiones S.A. El juzgado mercantil de Lugo declaró ayer su concurso voluntario de acreedores.
Esta firma, de la que son administradores José Bouso y Daniel Lombardero y accionista José Núñez, cuenta con unos 20.000 metros cuadrados de suelo en esta zona, en donde hay otros constructores lucenses que también disponen de parcelas. Esos activos están valorados en cerca de 10 millones de euros, que es el doble del pasivo que arrastra la promotora.
Ese pasivo es el importe del crédito que tenía concertado con Bankia. Como esta entidad financiera fue intervenida, su ejecución ya ha pasado a manos del llamado banco malo, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
La urbanización fallida de Miño, en el trasfondo
La situación se repite. Otra promotora de la que forman parte estos tres empresarios, O Piñeiro-Miño S.A., presentaba hace cuatro meses preconcurso de acreedores. En este caso su participación no era a título personal sino a través de diversas sociedades que tienen.
