El nuevo puente de Lugo ya absorbe un tráfico de 8.500 vehículos al día

Un operario trabaja en la reposición de un valla de madera junto al nuevo puente, ayer (Foto: Sebas Senande)
photo_camera Un operario trabaja en la reposición de un valla de madera junto al nuevo puente, ayer (Foto: Sebas Senande)

El nuevo puente sobre el Miño abierto al tráfico el 25 de junio ya soporta el paso de una media de 8.500 vehículos al día, según los datos aportados por Fomento, frente a los 12.000 que registraba hasta el mes pasado el romano. Desde el ministerio se considera además que tanto el viaducto como los accesos cumplen los parámetros de seguridad previstos para este tipo de infraestructuras.

Fuentes del departamento que dirige José Blanco respondieron a las críticas por la falta de visibilidad en los accesos a la rotonda elevada sobre la carretera N-VI que «los muros de contención tienen la altura necesaria para proteger tanto a los vehículos que suben o bajan, como a los que pasan por debajo. Hay unos estándares y la señalización también se corresponde con las características de este tipo de infraestructuras, por lo que si se cumplen las normas de circulación no se pone en riesgo la seguridad», añaden desde el ministerio.

No obstante, tanto vecinos y usuarios del nuevo puente, como el grupo municipal popular o la propia edil de infraestructuras, Paz Abraira, mostraron su preocupación por el riesgo que existe en este acceso al puente. Precisamente, Abraira y miembros de la asociación de vecinos de San Lázaro celebraron ayer una reunión en la que la concejala se comprometió a pedir a los técnicos de Fomento, con los que se entrevistará la próxima semana, una revisión de aquellos puntos del entorno del nuevo puente donde se han detectado problemas de seguridad tanto para vehículos como para peatones. Sobre este último aspecto, la concejala nacionalista, que mañana tendrá otra reunión con vecinos de la Calzada da Ponte, recordó que también hubo quejas por la falta de pasos para viandantes en la nueva rotonda construida en la carretera de Portomarín.

PP

El concejal popular Ángel Trabada instó ayer al gobierno local a que se solucionen cuanto antes las deficiencias de señalización y de seguridad vial del nuevo puente sobre el Miño, al tiempo que acusó a Orozco de «hacer la ola al Ministro de Fomento» con sus declaraciones de que «no veía ninguna dificultad en esta infraestructura» y añadió que espera que «haya un único criterio para reclamar al Gobierno central estas mejoras».

Trabada también puso un especial énfasis en recriminar la «falta de previsión», pues cree que el nuevo puente estrangula la nacional VI imposibilitando que en un futuro sea una travesía de cuatro carriles. Además, criticó la falta de una señal de stop en la salida desde el restaurante O Muíño.

REPARACIONES
Comienza el arreglo del parque del Miño

Una vez abierto el nuevo puente, los operarios de la empresa concesionaria de las obras del viaducto trabajan en la reparación del parque del Miño, el principal perjudicado con la nueva infraestructura. Así, ayer se procedía a la reposición de la valla de madera de una de las márgenes.

El PP, por su parte, alertó del peligro que suponen los taludes de contención en las orillas del Miño, ya que considera que no están preparados para contener riadas.

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