El multamóvil registra unas 160 infracciones de tráfico cada mañana en Lugo

Pantalla del Avi. PEPE ÁLVEZ
photo_camera Pantalla del Avi. PEPE ÁLVEZ

Una treintena de conductores son sancionados cada mañana de lunes a viernes por estacionar indebidamente en el centro de Lugo tras ser detectados por el vehículo de vigilancia inteligente (Avi). El coche lo manipulan operarios de la empresa concesionaria de la Ora, pero las infracciones que registra son validadas y tramitadas por la Policía Local.

El Avi empezó a funcionar a mediados de enero con un protocolo elaborado por el cuerpo de seguridad y de momento bastante flexible. El multamóvil recorre el casco histórico y la Avenida da Coruña durante unas cinco horas al día y, solo por la mañana, detecta una media de 160 coches mal estacionados, aunque por ahora solo son sancionadas aproximadamente el 20% de las infracciones.

«El objetivo del Avi no sólo es sancionar, sino concienciar a los conductores, por eso sólo estamos multando coches que paran en carril de circulación, en doble fila y sobre la acera y aquellos otros que, tras darles un margen de unos veinte minutos o media hora, comprobamos que siguen mal estacionados», explica Jorge Sanmiguel, portavoz de la Policía Local.

De esta forma, de las aproximadamente 160 infracciones que suele registrar el Avi entre las diez de la mañana y la una del mediodía, solo una treintena acaban con sanción. En la mañana de ayer fueron, en concreto, 35: de ellas 17 a coches parados en carril de circulación, en algunos casos coincide que es doble fila; seis a vehículos aparcados sobre la acera, y 12 a otros que permanecieron más de veinte minutos estacionados en otros lugares menos complicados pero también prohibidos.

Las otras 125 infracciones detectadas en la mañana de ayer y que no fueron objeto de sanción se correspondieron con 100 estacionamientos en zonas de carga y descarga o reservadas por algún motivo (por ejemplo, para ambulancias, frente al ambulatorio de la Praza de Ferrol); 26 coches parados en el carril bus de la Rúa Montevideo; 7 en paradas de bus, y 4 en plazas habilitadas para personas discapacitadas.

Validación de datos

Una vez el coche terminó la jornada de mañana, toda la información recogida fue volcada en una aplicación informática de la Policía Local. A continuación, los agentes hicieron un trabajo de visionado y discriminación de fotogramas y, finalmente, validaron las infracciones que están sujetas a sanción según el protocolo diseñado por la Policía Local para los primeros meses.

La cuantía de la multa por estacionar indebidamente es de 200 euros. La única excepción es la parada en carril de circulación -siempre que no sea doble fila-. En este caso, la sanción baja a 90 euros.

La tramitación de las multas del Avi es igual a la de cualquier otra sanción que impone la Policía Local, por lo que tarda en torno a mes o mes y medio en ser notificada al infractor. Si la paga en los siguientes quince días, tiene un descuento del 50%. Si decide no abonarla, el Concello la reenvía con recargo, y si tampoco responde de esta forma, se pasa a la vía de apremio, que puede conllevar desde el bloqueo de la cuenta bancaria al embargo del coche.

Funcionamiento

El multamóvil lleva poco más de mes y medio en funcionamiento y de momento recorre el casco histórico y la Avenida da Coruña, por ser las zonas donde los estacionamientos indebidos ocasionan más problemas porque, debido a las características de las vías, obstaculizan mucho la circulación.

El Avi lleva una cámara en el techo que gira hacia todos los lados. El funcionamiento es el siguiente: cuando el coche llega a un lugar donde hay un coche mal estacionado (una parada de bus, por ejemplo), el operador gira el rotor hacia ese lado y acciona el botón de lectura.

La cámara hace dos tomas de la matrícula, a la vez que el sistema emite un pitido y un GPS marca el posicionamiento del coche en el callejero lucense. Toda esa información se va almacenando y, si el coche sigue en el mismo lugar cuando, después de unos veinte minutos o media hora, el Avi vuelve a pasar, el sistema emite dos pitidos en vez de uno. En estos casos, la infracción se multa con toda seguridad.

EFECTO DISUASORIO

  • Movimiento cuando el Avi asoma. Una hora de viaje en el Avi es suficiente para ver cómo conducen los lucenses, pero también para comprobar el efecto disuasorio del vehículo. Varios conductores que se disponían a abandonar el vehículo tras parar en doble fila con las luces de emergencia, cambian de idea inmediatamente ven el vehículo de control.
  • ¿Me han grabado?. También es frecuente que algún conductor intente acercarse al multamóvil y preguntar al conductor o al operario que va al lado si su coche fue grabado. Para leer las matrículas, el Avi tiene que circular a menos de 30 kilómetros por hora. Durante las primeras semanas, el Concello decidió centrar el Avi en la localización de coches buscados, ya fuera por ser robados, por deudas de sus dueños con alguna administración (el Concello, la Seguridad Social...) o por haber provocado algún accidente, por ejemplo. Ahora mismo, el Avi está dedicado a controlar el tráfico, pero la alarma salta igualmente cuando detecta un coche buscado.

RADARES EN LA RONDA

  • De 25 infracciones diarias, a cinco. Los datos prueban la eficacia de los dos radares y la cámara de fotorrojo instalados por el Concello en la Ronda da Muralla, una de las vías donde se producían más atropellos y de mayor gravedad. Cuando empezaron a funcionar, unos 25 conductores eran interceptados al día con exceso de velocidad, cifra que bajó a unos cinco al día.
  • Fotorrojo. Unos 30 conductores pasaban el semáforo de la gasolinera en rojo cada día. Hoy lo hacen 10.

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