El menú de los pacientes del hospital de Lugo se acabará de elaborar en planta

El hospital universitario Lucus Augusti de Lugo tendrá nuevas especialidades médicas y será dotado con las más avanzadas tecnologías. Pero no todas las novedades incidirán en la calidad asistencial de los pacientes y el centro incorporará otros servicios innovadores más domésticos, como el sistema de cocina de línea fría.

Esta técnica, utilizada en contados hospitales españoles, permite conservar alimentos cocinados entre 6 y 21 días. Tras su preparación se pasan a la cadena de frío, en donde permanecen a temperaturas que oscilan entre los tres grados y los cinco bajo cero. Después, cuando se precisan, los alimentos simplemente son calentados para servir.

Los especialistas aseguran que este sistema permite, por una parte, conservar la calidad de los alimentos y sus condiciones higiénicas y, por otra, eliminar prácticamente cualquier riesgo de contaminación bacteriana.

En el nuevo hospital de Lugo, según informaron este jueves fuentes del Sergas, los platos que se sirvan a los pacientes serán elaborados primero en la cocina y después finalizados en las plantas para que lleguen calientes a las habitaciones.

Preocupación
Aunque desde el Sergas se asegura que el servicio de cocina seguirá funcionando en el nuevo hospital con el mismo personal que en el vetusto Xeral-Calde porque se acaba de sacar a concurso el equipamiento, la secretaria xeral de Sanidade del sindicato Comisiones Obreras, Dolores Maceda, mostró este jueves sus dudas acerca de que pueda ser privatizado, como ocurrirá en el complejo que se va a construir en Vigo.

En este servicio trabajan 112 personas. Según Dolores Maceda, si se externaliza quedaría en el aire la situación laboral de 6 cocineros y 41 pinches, que son interinos o realizan sustituciones. Los demás tienen plaza fija, por lo que de llevarse a la práctica deberían ser recolocados.

El servicio que, a juicio de esta sindicalista, es "seguro" que será privatizado es de lavandería porque, según afirmó, no tiene local en el nuevo centro. Esa medida afectará a una veintena de trabajadores sin plaza fija y a los que la tienen, otros tantos, les cambiarían de destino. Desde el Sergas se contestó que todavía está en fase de estudio lo que se hará con este servicio.

La junta de personal del complejo hospitalario Xeral-Calde de Lugo también se sumó este jueves a las dudas sobre la gestión de los servicios de lavandería y cocina en el nuevo centro. Así exigió a la administración autonómica que dé explicaciones sobre éstos y sobre las nuevas especialidades que se implantarán, como Radioterapia, Medicina Nuclear y Hemodinámica.

"Viendo los proyectos que hay para los nuevos hospitales de Vigo y Pontevedra, claramente encaminados a una total privatización, nos tememos el mismo futuro para el nuestro", manifestaron los representantes de los trabajadores, que acusaron a la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, de "oscurantismo".

  • Preocupación por los aparcamientos. A los representantes de los trabajadores, como expresó Eliseo Rivas de la Federación de Servicios Públicos de UGT, les asaltan las dudas sobre si el personal tendrá "garantizado" el aparcamiento en el nuevo hospital, si finalmente se privatizan las 1.339 plazas con que cuenta. El secretario xeral de CC.OO, Xesús Castro, reclamó este jueves un servicio de transporte público de "calidad" al nuevo centro sanitario porque considera que las 600 plazas de aparcamiento comprometidas para el personal no serán suficientes.
  • Camas. UGT y CC.OO. también coincidieron en manifestar sus dudas sobre si se pondrán inicialmente en servicio las más de 800 camas previstas para el Hospital Lucus Augusti. Eliseo Rivas pidió al Sergas explicaciones.

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