El Lhica patenta un método de control alimentario

Carlos Franco -tercero por la izquierda-, con el equipo del Lhica. (Foto: EP)
photo_camera Carlos Franco -tercero por la izquierda-, con el equipo del Lhica. (Foto: EP)

El Laboratorio de Hixiene, Inspección e Control de Alimentos de la Universidad de Santiago acaba de patentar un método basado en la biología molecular que se podrá emplear en la realización de controles alimentarios y que permitirá diferenciar carnes y otros alimentos ecológicos de otros obtenidos a través de la ganadería o agricultura convencionales.

Los investigadores parten de comprobaciones recientes que demuestran que existen diferencias desde el punto de vista microbiológico entre los alimentos ecológicos y el resto. Aprovechando ese conocimiento, el grupo desarrolló un método capaz de detectar y cuantificar la población microbiana resistente a un grupo de antibióticos, las tetraciclinas, que pueden estar presentes en la carne.

El método para estos análisis consiste en un kit diseñado y patentado por los investigadores del Laboratorio de Hixiene e Inspección dos Alimentos que permite localizar la presencia en alimentos de dos principales genes de resistencia frente a estos fármacos y que con más frecuencia se han descrito en bacterias aisladas de alimentos, el tetA y el tetB.

«El kit es fruto de un dilatado trabajo de análisis de múltiples secuencias genéticas de muchas especies bacterianas resistentes a la tetraciclina y que eran portadoras de esos genes», asegura el profesor Carlos Abuín, coordinador del proyecto.

En la actualidad, los miembros del Lhica están empleando este método para analizar carne de diferentes especies animales criadas tanto con el sistema de producción convencional como ecológico. La finalidad es poder establecer, a partir de la presencia de estos biomarcadores en los alimentos, valores que permitan realizar un control eficaz sobre productos ecológicos para garantizar este tipo de producción.

Tal y como señala el profesor Franco, «el uso abusivo de antibióticos en la producción animal convencional ha desencadenado la excesiva proliferación de bacterias resistentes a diversos antimicrobianos en las carnes frescas». Frente a este tipo de producción surge la cría ecológica, que se caracteriza, entre otros aspectos, por evitar en gran medida el uso de fármacos, incluidos los antimicrobianos.

MEDIDAS
Mayor tiempo de espera tras usar antibióticos

Los alimentos de producción ecológica deben ajustarse a unos sistemas de producción más rígidos que los de producción convencional. En este tipo de agricultura no está permitido el uso de pesticidas y, en la ganadería, si se da el caso de que sea estrictamente necesario aplicar antibióticos, el período de suspensión del tratamiento es más prolongado que en el caso de la ganadería convencional. En el primer caso es de 20 días, mientras que en el segundo, se reduce a 10 días.

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