El juzgado da carpetazo a la trama de las señales de la operación Muralla

La parte separada del caso Muralla que investigó la venta de señales para vías públicas quedó archivada por orden del juzgado de primera instancia número 2, que instruye la operación desde su inicio, en mayo de 2006. Tras la exculpación de cuatro funcionarios de la Diputación hace dos semanas, ahora el juzgado también exime de culpa al dueño de la empresa Setramur, Amadeo Manuel García Díaz, y a su empleada, María Fe Sánchez Díaz, y decreta el sobreseimiento al no estar «debidamente justificada» la perpetración del delito.

La investigación sobre Setramur se inició paralelamente a la del estudio de ingeniería Senén Prieto, que ahora llevará juicio a Francisco Cacharro, a un exjefe de Vías y Obras de la Diputación y a un ingeniero, salvo que la Audiencia decida admitir alguno de los recursos de los acusados. El fiscal pide sendas penas de tres años de prisión.

PRUEBAS RECHAZADAS
Regalos de bomboneras y vino que no tuvieron eco

Antes de irse destinado a Vitoria, el fiscal Izaguirre solicitó una serie de pruebas e imputaciones a la jueza instructora, que esta le negó de plano. Entre ellas estaba citar a varios funcionarios como presuntos receptores de regalos que Setramur había documentado en su contabilidad. En concreto, había botellas de vino Vega Sicilia, bomboneras bañadas en plata o carteras de piel, que desde la firma se enviaban a algunas personas del organismo provincial en fechas señaladas.

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