Una docena de exempleados del Gran Hotel Lugo lleva tres meses esperando a que los propietarios de este cuatro estrellas les abonen el medio millón de euros que, aproximadamente, les adeudan al prosperar a principios del pasado verano sus demandas judiciales de extinción de contratos por impagos. La sociedad que gestiona este alojamiento no llegó a recurrir las sentencias que le fueron desfavorables dictadas por varios juzgados de lo social de la capital lucense.
Tres de los afectados, que ya solicitaron la ejecución de sentencia, quisieron hacer pública ayer la delicada situación por la que están atravesando. Les deben entre 30.000 y 40.000 euros a cada uno en concepto de indemnizaciones y reclamaciones de cantidades después de trabajar entre 12 y 16 años en el alojamiento de la avenida Ramón Ferreiro.
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