Las mesas lucenses reflejaron situaciones totalmente opuestas esta Navidad a juzgar por la venta de productos navideños en las tiendas de alimentación y la actividad en las asociaciones y colectivos que reparten comida a quien la necesita. Así, mientras alimentos de lujo como el marisco fresco llegaron a agotarse en algunos establecimientos, a pesar de que alcanzaron precios superiores a los de otros años, más de un millar de familias recurrieron al Banco de Alimentos para surtir la mesa y la operación Kilo de A Milagrosa pasó de ayudar a 270 familias como el año pasado a 370.
El producto estrella de las cenas navideñas, el marisco fresco, se vendió «igual que otros años», asegura Juan Carlos García, de pescados Maribel, a pesar de que algún tipo, como la almeja babosa, fue especialmente cara este año debido a la escasez. «Nosotros nos quedamos cortos, se acabó muy pronto» tanto el 24 como el 31. Este último día, además el precio se había incrementado con respecto a Nochebuena, de 19 euros a 24 euros el kilo.
Las tiendas de juguetes, a tope por la cercanía de los Reyes Magos
Las jugueterías lucenses trabajaron estos días a destajo por la proximidad de la llegada de los Reyes Magos. Aunque muchas familias reciben los presentes navideños de mano de Papá Noel, la tradición sigue pesando y las tiendas vuelven a llenarse en las jornadas previas al día 6.
Javier Viñas, encargado de la tienda Bazar 095, percibe que este año el volumen de artículos que se llevarán de su tienda es similar al de otros anteriores. «La oferta es más escalonada. Antes eran quizás más grandes y, por consiguiente, más caros; ahora hay más oferta que se adapta a las posibilidades de todo el mundo». El gasto medio también ha ido bajando, de los 50 o 60 euros por niño a los 30 actuales.
