EL PLANO DE LUGO MIENTE mucho. Sobre el mapa de la ciudad, por ejemplo, es posible recorrer la Rúa Francisco Lamas López. En la realidad, gran parte de esa calle siguen siendo campos y huertos en los que hay berzas plantadas. Esa vía es solo uno de los muchos ejemplos de la ciudad inacabada que es Lugo, donde el estallido de la burbuja inmobiliaria hizo que el crecimiento se parara en seco y el paisaje de muchos rincones quedara marcado por esas calles que no van a ninguna parte.
El fenómeno no es nuevo. Muchas de esas calles inconclusas llevan lustros parcialmente abiertas, dando servicio únicamente a unas pocas casas, no al conjunto de la ciudad, y dando la impresión de que, en muchas zonas, la trama urbana es un laberinto absurdo. Pero el fenómeno se hace muy visible ahora, cuando el parón en la construcción de casas ha hecho que se bloqueen completamente los proyectos para abrir y normalizar ese entramado urbano que figura en los planos pero no en la realidad.
Dejarse guiar por un GPS en Lugo puede darle a uno quebraderos de cabeza, porque el localizador puede empeñarse en llevarte por donde realmente no hay más que una calle virtual. Y el problema no parece que vaya a tener solución a corto plazo.
Consultar los datos sobre nuevos proyectos urbanísticos en Lugo resulta impactante. Cero. Ese es el número de licencias de construcción de nuevos edificios tramitados ante el Ayuntamiento el año que acaba de terminar. La cifra es elocuente por sí misma, pero resulta mucho más reveladora si se compara con las licencias concedidas diez años antes: 51.
Entonces, la ciudad crecía a toda máquina y eso permitía que, con cierta frecuencia, los lucenses pudieran darse el gusto de, tras años de espera, ver abierta en su totalidad alguna calle o de ver desaparecer alguno de esos tapones urbanísticos que tanto han marcado la imagen urbana de la capital.
Eso, de momento, se ha acabado, y todo apunta a que el parón se mantendrá bastante tiempo.
Solo se hacen viviendas unifamiliares
Los datos de licencias tramitadas por el Concello el año pasado apuntan que solo se hacen viviendas unifamiliares. En 2013 se tramitaron 17 proyectos. En 2003 habían sido 16.
Profesionales
Aunque no hay nuevos proyectos, el número de arquitectos se mantiene estable y por momentos incluso crece ligeramente. «Hay unos 250 colegiados», explica Raúl Veiga. El presidente colegial señala que son pocos los que se han aventurado a buscar trabajo en otros países y explica que hay algunos colegiados nuevos.
Expectativas
Veiga cree que, a medio plazo, la mayor expectativa en materia de trabajo y de urbanismo está en la rehabilitación de áreas que se han ido degradando, como Agro do Rolo.
