-Oye, [email protected], ¿sabes lo de [email protected]?
-No, ¿qué pasa?
-Pues que se ha echado novia.
-Milagro.
-Pero eso no es lo bueno. La conoció en un bar.
-¿En dónde? ¿un bar? ¿y eso qué es?
-Pues al parecer un sitio al que va la gente.
-¿A qué?
-No sé muy bien, a tomar algo, charlar...
-Cómo... ¿pero fuera de internet?
-Sí, claro, fuera de internet.
-Jajajaja, este tío está zumbado.
-Te lo juro, me contó que empezó a hablar con ella, se gustaron y ahora están saliendo.
-¿Pero, cómo? ¿Me estás contando que empezó a hablar con ella sin ver su facebook?
-Sí, te lo juro, no sabía ni la lista de gente que la sigue en twitter.
-Igual hasta no tiene twitter.
-Jajajajajajajajajajajaja. No, ahora en serio, esto no tiene futuro. Porque pueden llevarse muy bien cara a cara, pero ¿y cuándo empiecen a chatear?
-O a leerse en twitter.
-Dicen que hay más casos de estos y que algunos acaban bien, incluso compartiendo contactos en facebook.
-No, si gente rara sobra....
-Me contó que el otro día vieron juntos una película.
-Bueno, mira, es un paso adelante. ¿Se la bajaron a la vez?
-No. Agárrate. ¡¡¡Fueron al cine!!!
-Pero si eso ya no existe. Te está tomando el pelo.
-Sí, dice que alguno queda.
-Sí, y alguna biblioteca también, no te fastidia. Yo no me lo creo. Es más, no me creo nada. Este no tiene ni con quién jugar a la play en red.
-Jajajaja, seguro que juega contra la máquina.
-Pobre hombre. Bueno, te dejo. Me piro para casa que tengo el ipad a cargar.
-Ah, ¿no estás en casa?
-No, estoy en un cíber.
-¿En cuál?
-En el de San Roque.
-¡Anda!, yo también, ¿en qué ordenata?
-En el 5.
-Yo en el 6.
-Ondiá, pero si eres pelirrojo.