El juzgado de la operación Carioca investiga si el excomisario Maximino Losada, que dejó su puesto el mes pasado por motivos de edad, firmó la prórroga para mantener en España al menos a dos prostitutas que argumentaron causas falsas, aconsejadas por el subinspector de Extranjería y al parecer con la colaboración del inspector del mismo departamento, ambos imputados en el proceso judicial que trata de desentrañar una red de prostitución y la participación en la misma de agentes de las fuerzas del orden.
La imputación también de Losada no constituye una sorpresa y posiblemente el mismo ex comisario la estuviera aguardando desde hace semanas. Después del registro en comisaría y de la detención de varios de sus colaboradores más cercanos, entre ellos su chófer, el comisario era el siguiente en la lista de la jueza Pilar de Lara y ahora tendrá la oportunidad de explicarse en el juzgado.
Según la investigación del departamento de asuntos internos de la Guardia Civil, la principal sospecha sobre Losada proviene en concreto del mantenimiento en el país mediante una prórroga por motivos de salud de dos brasileñas. Aunque la firma de Losada figura efectivamente en todos los expedientes -al ser el mando delegado por la Subdelegación para los trámites de extranjería- es en estos dos donde la investigación hace más hincapié porque no se comprobó «el contenido sustancial», es decir, que las chicas pedían quedarse en España por enfermedad y no había apoyo documental alguno.
Las escuchas telefónicas recogen conversaciones de una de las prostitutas con el subinspector, quien supuestamente idea el sistema para mantenerlas en España, por lo menos tres meses más, que es el tiempo que figura en la prórroga. El inspector de Extranjería emite informe para apoyar la propuesta y supuestamente no comprueba que la excusa de la enfermedad es falsa. Se lo pasa a firmar a Losada, que valida finalmente la prórroga, también sin constatar que el motivo de la solicitud no estaba avalado por facultativos o partes médicos.
Los agentes que trabajaron en la causa resaltan que estas acciones podrían ser constitutivas de falsedad y prevaricación porque «se adopta una resolución injusta a sabiendas de su ilegalidad». Esta sería la causa principal que lleva a Losada ante la jueza.
Anécdotas
El excomisario posiblemente también será interrogado por otras referencias que se hacen a su persona en la operación Carioca, aunque en un principio no parece que superen el terreno de la anécdota. Es el caso de su pertenencia a un club de pescadores, cuyo cocinero había sido detenido unos meses antes por la Guardia Civil acusado de tráfico de armas y que al parecer guardaba algunas de estas pistolas precisamente en el refugio donde se organizaban las comidas, en Ombreiro.
La firma de Maximinio Losada figura igualmente en una curiosa petición de condecoración para el cabo implicado en la operación Carioca. En ella, el comisario propone al subdelegado del Gobierno anterior, también imputado por la jueza, la Orden del Mérito Policial para el guardia por más de tres décadas de trabajo en la benemérita, en las que no escatimó esfuerzos «durante las horas y días que fuese necesario y sin importarle hacerlo de noche o en días festivos», con importantes servicios en los ámbitos del tráfico de drogas, falsificación, prostitución o coacciones.
Así, la implicación de Losada no estaría tanto en formar parte de una red de prostitución, como se apuntó ayer desde algunos medios, sino más bien en haber transigido con las prácticas presuntamente ilegales de sus subordinados, sin que él en un principio sacase beneficio alguno.
Maximino Losada llevaba casi una década al frente de la comisaría lucense hasta que el mes pasado se jubiló. Las personas que trabajaron con él destacan su talante dialogante y su facilidad para intentar evitar y solucionar problemas, de ahí que muchos achaquen ahora las sospechas sobre su persona a ese modo de actuar.
Su lugar lo ocupa el que era su segundo de abordo, Manuel Teijeiro, que lleva ya dos semanas al frente de la comisaría y al parecer ya está diseñando los primeros cambios. Proveniente de los departamentos de régimen interno de la Policía, tiene por el contrario fama de ser una persona intransigente con ciertas actitudes.
SOSPECHAS |
Las sospechas sobre el departamento de Extranjería eran una realidad desde hace varios años, pero al parecer el ex comisario Losada habría optado por no atajarlos a tiempo. La forma de trabajar de los implicados de ese departamento suscitaba sorpresa, sobre todo entre los agentes recién llegados, que no entendían cómo desde la jefatura de la comisaría se mantenía su estatus. Incluso algún agente destinado a ese departamento sólo permaneció unos meses y pidió el cambio de destino. Indicios claros El trato de favor que supuestamente se le daba al cerebro de la red, el dueño de los clubes Queens y La Colina ahora en prisión, también resulta extraño que hubiese sido pasado por alto por la jerarquía de la comisaría lucense. De hecho, hay datos sobre la poca frecuencia con la que sus locales eran sometidos a redadas de Extranjería y cuál era el insignificante resultado. Una veintena de agentes El número de implicados entre las fuerzas del orden en la operación Carioca ya se acerca a la veintena, casi a partes iguales entre la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. En la Policía Local hay dos y la Policía Autonómica es la única que se libra de imputaciones.. GUARDIA CIVIL. El jefe de la comandancia dará cuentas ante la jueza por saber y no actuar
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