El estado de la ciudad vuelve a empeorar y la negociación lleva una semana rota

Una mujer sorteando la basura en Carril dos Loureiros. (PEPE TEJERO)
photo_camera Una mujer sorteando la basura en Carril dos Loureiros. (PEPE TEJERO)

Cuando se cumple un mes de la huelga, las calles y la zona rural de Lugo siguen tomadas por la basura, y lo que es peor, no se prevé una solución a corto plazo. Empresa y representantes de los trabajadores coinciden en que se encuentran en una situación de «compás de espera». Ya ha pasado una semana desde que se vieron las caras por última vez, con el mediador como testigo, y no se ha puesto fecha para la que sería la quinta reunión desde que se inició el conflicto, en la noche del 9 al 10 de junio. Esas nueve horas infructuosas de negociaciones están pasando factura.

La situación volvió a empeorar ayer, tras un fin de semana de tregua, en el que los operarios de Tragsa y los equipos de refuerzo de Urbaser levantaron el pie del acelerador en las labores de recogida. La semana llegaron a retirar en un solo día el doble de residuos que en una jornada normal antes del paro.

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