El elixir de la juventud está en las aulas

Reunión de presentación del IV Ciclo, ayer en la Escola Politécnica Superior (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Reunión de presentación del IV Ciclo, ayer en la Escola Politécnica Superior (Foto: Xesús Ponte)

Superan los cincuenta años y han descubierto un elixir de la juventud que les funciona a las mil maravillas, así que cada año repiten una nueva toma y se matriculan en el IV Ciclo universitario. «É unha maneira de manterse vivo e útil na sociedade», define Xosé Valcárcel, uno de los veteranos, que lleva ocho años inscribiéndose a pesar de que el plan de estudios acaba a los cinco. Los requisitos para disfrutarlo son simples: «Hai que ter máis de cincoenta anos e unha mente aberta ao mundo», resume. Y que nadie se acobarde pensando que le viene grande la universidad porque sus estudios son pocos o ningunos: no hay exámenes ni hay que demostrar nada. Solo hace falta «ter os oídos e os ollos abertos». Y todo lo que se aprenda, bienvenido sea.

La matrícula todavía está abierta y la de ayer fue una sesión informativa sobre el nuevo curso, desarrollada en un ambiente distendido, de absoluta camaradería. Los alumnos tratan a los profesores y miembros del equipo de gobierno de tú a tú y los pensamientos ruedan libres. El vicerrector de Coordinación del Campus, Pedro Herradón, comenta que este año les gustaría que participaran en las escuelas deportivas del campus y se levanta un murmullo. «Hai ximnasia de mantemento», matiza, y se levantan voces «¡ai, iso si!». «Tamén hai xadrez, ioga», continúa el vicerrector. «¿Y bailes de salón?», pregunta uno de los asiduos. «Aquí o que hai é moito baile de San Vito», reflexiona un tercero con humor.

El vicerrector de Estudantes, Cultura e Formación Continua, Francisco Durán, les anuncia que hay que adaptar el IV Ciclo al Espacio Europeo de Educación Superior -el año que viene pasará a ser de cuatro años, con toda probabilidad- y les propone participar en el servicio de voluntariado de la USC e iniciar, incluso, un voluntariado cultural, para que aquellos que se formen en patrimonio cultural puedan servir de guías a jóvenes desinteresadamente.

Durán también les anuncia que este año se exige un mínimo de diez alumnos para ofertar una asignatura, en lugar de los cinco de años anteriores. «¿E non se pode deixalo en cinco?», regatea una de las voces que expresa la preocupación de todos: que en los últimos cursos esa limitación obligue a quedarse con solo una o dos materias. Herradón y Durán les explican que ha de ser así por cuestiones de financiación, que pintan bastos para todos.

Otra señora levanta el brazo y se hace oír: «Somos alumnos igual que los demás ¿por qué no tenemos derecho a voto?», pregunta. Los vicerrectores se comprometen a hacerle llegar a la comisión que redacta los estatutos de la USC la petición y Emilio Carral, director del IV Ciclo, les hace notar, con cierto tono de reprimenda amistosa, que además tienen creada una asociación que, sin embargo, no han inscrito en la USC, lo que les priva de ventajas. Con la asociación hacen varias salidas cortas y una de varios días cada año.

La conversación cruzada, del estrado al público, va llegando a su fin. Pero antes, Xosé Valcárcel pide, aprovechando que está el vicerrector de Estudantes, «que se intente por todos os medios que non se acabe o IV Ciclo», preocupado, como el resto, de que subir el número de alumnos para formar asignatura sea un mal síntoma. Si se hace así, le contestan los vicerrectores, es precisamente para asegurar la continuidad de este programa.

Por si acaso, propone hacer una campaña para que se sume más gente, y ninguna puede ser más efectiva que sus testimonios de satisfacción. Verlos empezar el curso con tanta ansia es un aliciente para seguir cumpliendo años con la vista puesta en la universidad. Además, «coa asistencia xa tes aprobado», dice Valcárcel.

DETALLES
No es necesaria formación previa

El IV Ciclo se creó en 1997 y desde entonces no ha dejado de crecer. El año pasado se matricularon en Lugo un total de 150 alumnos, prácticamente los mismos que en el campus de Santiago. La edad es el único requisito, no se exige ningún tipo de formación previa

¿Cómo se estudia?

El alumno debe escoger tres asignaturas cuatrimestrales por curso en primero, segundo y tercero. Cada materia supone dos horas semanales de clase. En cuarto y quinto, solo se escoge una. Quienes acaban y quieren seguir se matriculan en las que han ido dejando por el camino.

¿Cuánto cuesta?

Cuesta 9,85 € por crédito -la media por curso es de 9 créditos-, a lo que hay que sumar 22,30 euros por apertura de expediente (sólo para alumnos de 1º curso), 4,80 euros por la tarjeta universitaria y 14,00 euros de seguro de viaje. La USC oferta ocho becas.

Período de matricula

Hasta el 30 de septiembre en la Unidade de Xestión Académica, al lado de la Biblioteca Intercentros

¿Recibe financiación?

Desde hace algunos años la Xunta aporta una ayuda que permite pagar a los profesores 30 euros brutos por hora. Su participación es voluntaria y, hasta ese convenio, no recibían ninguna compensación. La Diputación también colabora en las salidas por la provincia poniendo a disposición la red del Kilómetro 0.

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