Hasta 10.000 contadores de agua de la capital lucense —de los 54.000 existentes—quedan sin leer cada trimestre y lucenses a los que no se les factura correctamente el servicio están alarmados porque temen una sobrefacturación, entre otras razones porque tampoco se les está cobrando al día el canon de saneamiento.
El Ayuntamiento atribuyó el retraso en la lectura a que el número de trabajadores encargados de esa función es limitado y a que con frecuencia tienen dificultad para acceder a algunos inmuebles. Sin embargo, este problema se ha acentuado en lo que va de año porque han coincidido en el tiempo dos jubilaciones y una baja.
La concejala de Economía, Sonia Méndez, explicó que el trámite para hacer nuevas contrataciones lleva un tiempo y que, aunque se quiera, no se puede iniciar hasta que la jubilación es efectiva, por lo que durante unos meses el equipo de lectores de contadores fue más reducido. Sin embargo, el problema ya está solventado y vuelven a ser seis los trabajadores encargados de este cometido, explicó.
El retraso en la lectura de los contadores ha llevado al Ayuntamiento a facturar la cantidad mínima —12,20 euros por 27 metros cúbicos— a cientos de lucenses, en algunos casos, en varios trimestres consecutivos, por lo que existe gran preocupación entre los ciudadanos —sobre todo, entre los que no pasan del mínimo— por cómo se les va a cobrar cuando se les lean de nuevo los contadores.
De hecho, la comisión de reclamaciones y sugerencias del Ayuntamiento recibió en el último mes alguna queja en este sentido, según informó la concejala popular Cristina Ares.
Sin embargo, el gobierno local envió ayer un mensaje de tranquilidad y aseguró que, como siempre que por una razón u otra no se logra leer un contador, de la lectura actualizada se restarán los metros cúbicos que ya han sido pagados.
Con todo, los consumidores que hayan sufrido este problema recibirán un recibo más elevado de lo normal porque si no hay lectura de contador tampoco se factura el canon de saneamiento, una tasa que tramita el Ayuntamiento con el agua pero que cobra la Xunta.
Nueve meses
Aunque este diario comprobó que algunos vecinos llevan tres trimestres consecutivos sin lectura de contenedor, la edil de Economía precisó que probablemente no sólo sea atribuible a la escasez de personal que hubo hasta ahora, sino a que los trabajadores del servicio de Augas quizás no pudieron acceder al inmueble porque no había nadie que les abriese.
En edificios de muchas viviendas es difícil que suceda esto, pero sí ocurre en casas de dos o tres pisos. Además, en algunos inmuebles antiguos los contadores siguen estando dentro de los domicilios, por lo que resulta más complicado acceder a ellos a pesar de que los lectores trabajan por la mañana y por la tarde para intentar llegar al máximo número de hogares posible, explicó Méndez
La edil recordó, además que cuando no se logra hacer las lecturas, los trabajadores dejan una nota en el portal para que llamen al servicio de Augas pero muchos ciudadanos no atienden a esa petición, aseguró.
La responsable municipal de Economía admitió que el servicio es mejorable pero que, con los medios que tiene, funciona de forma aceptable y recordó la necesidad de crear una empresa del agua.
Servicio de aguas: un problema viejo cuya solución está verde
La preocupación entre los vecinos de Lugo ha ido creciendo en los últimos meses, en unos casos porque ven que no se les lee el contador del agua y temen un recibo alto en el próximo trimestre y, en otros, porque ya han recibido la factura y, efectivamente, es más elevada de lo habitual. Sin embargo, el gobierno local existe en que no hay sobrefacturación e invita a los vecinos a consultar sus dudas en el servicio de Augas.
¿Cómo se factura?
A pesar de que el equipo de lectores de contadores fue más reducido en los últimos meses, siguió trabajando, por lo que muchos ciudadanos han recibido los recibos con la facturación que les correspondía.
Sin embargo, a los vecinos cuyos contadores no fueron revisados se les cobró el consumo mínimo (27 metros cúbicos), además de la tasa de recogida de basura y sumideros, cuyo importe va en función de la cantidad de agua consumida.
No se les factura, en cambio, el canon de saneamiento, razón por la que, cuando se actualiza el consumo, el recibo es, con toda seguridad, más elevado a pesar de que, insiste el gobierno local, no se cobra dos veces el mismo consumo.
¿Cómo se calcula el consumo?
Si durante dos trimestres a un vecino no se le lee el contador, se le facturan 27 metros cúbicos en cada recibo. Si en el tercer trimestre se revisa el contador, a la cantidad total de metros cúbicos leída se restan los 54 ya pagados.
¿Se prevén cambios?
La concejala de Economía confirmó este lunes que el gobierno local sigue con la idea de constituir una empresa municipal de agua mixta (con capital público y privado, pero mayoría del primero), ya que una ciudad de las dimensiones de Lugo necesita un servicio más profesionalizado. La dificultad para leer los contadores es un ejemplo de la conveniencia de esa fórmula, que ya existe en prácticamente todas las ciudades gallegas.
Sin embargo, de momento la negociación con los grupos de la oposición está parada, ya que el BNG no comparte ese modelo y el PP apuesta por que sea mayoritario el capital privado.
