El gobierno local avanzó ayer el resultado de la liquidación de las cuentas municipales del año pasado, que arrojan un superávit de 9 millones de euros, según indicó la concejala de economía, Sonia Méndez.
El resultado tiene dos consecuencias: por tercer año consecutivo permite al gobierno no tener que recurrir a un crédito, y así no endeudarse más, y, a la vez, invertir en obras. Esto último es algo que no había podido hacer en los últimos años por las restricciones del Gobierno central, que este año ha cedido a las reivindicaciones de ayuntamientos y de partidos como el PSOE. En febrero publicó un real decreto en el que establece que los ayuntamientos que no superen determinados límites de endeudamiento podrán destinar sus ahorros a inversiones reales y no necesariamente a pago de deuda.
