Los comerciantes lucenses, sobre todo de textil y calzado, se encomiendan a las rebajas de verano, que la mayoría inicia hoy, para aliviar sus maltrechas economías, tras una desastrosa campaña de primavera-verano debido al mal tiempo y el retraimiento del consumo el resto del año por la recesión.
«Tras 35 meses seguidos en los que han bajado las ventas, tenemos la esperanza de que se empiece a vender un poquito. Calculamos que será una campaña aceptable, el consumidor no compró y el tiempo anima», afirma el presidente de las federaciones lucense y gallega de comercio, José María Seijas.
El 75% asegura que la campaña de primavera fue «mala o muy mala»
La encuesta realizada entre sus afiliados por la Federación de Comercio para comprobar cómo les ha ido durante la campaña primavera-verano ha sido muy reveladora. Los desesperanzadores meses de mayo y junio, climatológicamente hablando, han pasado factura en las ventas. Según dio a conocer José María Seijas, el 23,08% de los empresarios las calificaron como muy malas y el 51,92% como malas.