Los servicios que presta Cáritas Diocesana son un termómetro que reflejan cómo está golpeando la crisis a los lucenses. Y la situación empeora. El año pasado sirvió 49.500 comidas -9.500 más que en 2010-, lo que supone un incremento de casi el 25%, y atendió a 4.781 personas a través de sus diferentes programas sociales, entre un 10 y un 15% más que en el ejercicio anterior.
El comedor San Froilán, que abre todos los días de 12.30 a 13.30 horas, sirvió el año pasado una media de 148 menús diarios. En agosto este servicio permanece cerrado y su demanda es asumida por el del Concello. Además, reparte bolsas con alimentos en diferentes parroquias de la diócesis.
De los programas que presta esta institución de la Iglesia católica el de acogida fue el más demandado en 2011, por 2.438 personas; seguido del de inmigrantes, 1.200; el de infancia y juventud, 435, y el de empleo, 395.