El Cigala: ''Los que me llaman Sinatra del flamenco se pasan dos pueblos''

El cantaor asegura que la gallega es una música que le interesa, "sobre todo desde que escuché a Luz Casal cantando ‘Negra Sombra’ en ‘Mar Adentro’. Es un tema que me encanta, muy sentido".

La música es de un lucense, Juan Montes, y estuvo pensada inicialmente para coral polifónica... ¿Para coral?
No lo imaginaba.

Después de cantar en portugués en ‘Lágrimas negras?, ¿se atrevería con el gallego?
Aquello fue casi portuñol (risas). Además de su formación flamenca, ha pasado por otras músicas y en su último disco, ‘Dos lágrimas’, recupera parte de la memoria colectiva de varias generaciones.

¿Cómo lo afronta?
Muy feliz y muy cómodo. Es un placer recuperar coplas que ya no se cantan, como ‘María de la O’ o las ‘Dos Cruces’. O boleros como ‘Dos gardenias’ o ‘Angelitos negros’, de Machín, que cantaban nuestros padres. Es un compromiso y un reto que tenía. Y son músicas que llegan mucho, porque son de verdad, de la tierra. Nunca pasarán de moda, porque a la gente le dicen algo. Las afronto también con mucho respeto a los grandes.

Hablaba de la música que cantan los padres a sus hijos. En su caso, el caldo de cultivo fue inmejorable: su tío, Rafael Farina; sus padres, el mismo Camarón...
La verdad es que en mi casa se ha escuchado cantar desde siempre. Mi padre compartió tablao con Camarón y yo he vivido en un entorno rodeado de cante, porque mi señora madre canta como los mismos ángeles. Yo, de niño, si estaba jugando al fútbol y escuchaba una guitarra, lo dejaba todo.

El nacer con una oreja en frente de otra en su casa hubiese sido como para emigrar...
Totalmente. El artista nace, pero también se hace con el tiempo y escuchando mucha música.

Y usted, aparte del flamenco del entorno familiar, ¿qué escucha?
En todo el proceso de ‘Lágrimas negras’ me empapé de jazz latino y de música afrocubana y, además, escucho muchísima música clásica: María Callas. También me gusta el jazz clásico: Ray Charles, Duke Ellington, Gillespie… Yo soy de los que pienso que el blues es como una bulería: músicas del alma; sin trampa ni cartón.

Ahora, además, está inmerso en un proyecto con Montserrat Caballé. ¿Qué puede contar?
Montserrat es un auténtico genio. Es un icono de la música. Y es un honor estar a su lado. No puedo adelantar nada del trabajo, porque es alto secreto. Sólo decirte que es una pieza de Falla

La prensa estadounidense le ha calificado como el Sinatra del flamenco. ¿Cómo se lleva eso?
¡Se han pasado dos pueblos!

Y después de dos lágrimas, ¿qué?
Estoy trabajando en un disco de flamenco con Tomatito. Sólo flamenco y sólo Tomatito y yo. Después de la tempestad de mis trabajos anteriores, viene la calma. Es una vuelta al origen, a los palos de antaño del flamenco, de donde surge El Cigala.

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