El cielo perdonó a los fieles

Por fin la lluvia concedió una tregua a las procesiones de la Semana Santa y la cofradía del Santo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de la Piedad pudo este miércoles completar el recorrido el previsto, la primera que lo consigue esta semana desde La Borriquita.

Escoltada por la Guardia Civil, hermano mayor honorario de la cofradía, con el teniente coronel Gonzalo Borrás al frente, la procesión partió puntual desde la catedral, seguida por un buen número de fieles, sin duda animados por la ausencia de lluvia.

La comitiva avanzó a buen pasó por las plazas de Santa María y Mayor, hasta la Rúa da Raíña, donde la procesión se convirtió en Vía Crucis penitencial. Un sacerdote dirigió el rezo, ayudado por megafonía, desde un balcón encima de la Confitería Madarro. A la ida se rezaron las siete primeras estaciones, para continuar después camino hacia Santo Domingo y regresar de nuevo hacia la calle de la Reina, para completar las siete estaciones restantes.

La procesión tomó después el camino de regreso a la catedral, donde fueron devueltos los dos pasos antes en torno a las diez menos cuarto de la noche.

La comitiva, además de por el mencionado Borrás, estuvo acompañada por otros mandos y agentes de al comandancia de la Guardia Civil en Lugo, así como por el obispo, Alfonso Carrasco Rouco; el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe; el alcalde, José López Orozco, y varios miembros de su equipo de Gobierno, así como de cuatro concejales del PP, y representantes del resto de cofradía de la Semana Santa lucense.

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