El próximo día 30 echará la llave el centro del programa de apoyo a familias monoparentales. Es el único de este tipo que aún funciona en Galicia. Lo gestiona la Asociación de Mulleres Separadas e Divorciadas de Lugo.
Su cierre se produce después de que la Xunta de Galicia le haya comunicado a la dirección del centro que no volverá a firmar el convenio de colaboración, que era su principal fuente de financiación.
«No compensa económicamente. En estos tiempos de crisis no hay dinero», reconoció la presidenta de la Asociación de Mulleres Separadas e Divorciadas de Lugo, Paquita González, quien aseguró que ya estaba previsto que el centro hubiese cerrado el año pasado.
El centro del programa de apoyo a familias monoparentales, que se encuentra en el callejón de la Rúa San Marcos, en uno de los laterales de la Diputación, viene funcionando desde hace unos once años. Atiende puntualmente a niños, cuyo padre o madre tiene escasos recursos económicos. Suelen ser hijos de inmigrantes, víctimas de malos tratos o desempleadas.
Actualmente está prestando su servicio desinteresadamente a nueve escolares de entre tres y catorce años de edad, según explicó Paquita González, quien dijo que los menores aprovechan su estancia en este centro «para hacer los deberes o para jugar». Aunque está abierto todo el día, ahora sólo está recibiendo demanda por las tardes.
La presidenta de la Asociación de Mulleres Separadas e Divorciadas de Lugo advirtió que de todas formas las instalaciones de este centro «no reunían las condiciones» para poder atender a menores.
Despido
El cierre de este centro supone que se quedarán en la calle las dos trabajadoras que se encargan de atenderlo, que ya han recibido sus correspondientes finiquitos.
Este adiós trascendió tras la queja formulada por una mujer que llevaba a su hija a este centro, que lamenta que desde finales de noviembre deje de prestar este servicio.
