El calamar cuando refresca

En verano, es mejor comer el calamar en una terraza o en la barra de un bar, acompañando una caña. Ahora empieza la temporada de cocinarlo en casa.

El calamar es una de esos productos del mar que tienen tanto tirón con el buen tiempo que práticamente los únicos que lo compran en esa época son los hosteleros. La gran demanda implica, como es habitual, que los precios suban y lo habitual es que se encuentren en la Plaza a un precio de entre 25 y 28 euros el kilo. Se consumen, entonces, fundamentalmente fritos.

Con la llegada del tiempo fresco, los precios se reducen y los compradores tienden a llevarlo para guisar o hacer en tinta. La extracción determina el precio.

El calamar de potera, que presenta toda la piel, es más caro (entre 17 y 18 euros). Conserva prácticamente toda la tinta, así que resulta más recomendable para los que opten por esa preparación.

El de arrastre presenta la piel raspada y pierde tinta al pelear con la red, pero su precio baja hasta los doce o trece euros el kilo. El sabor es muy similar en los dos casos, así que suele ser la cantidad de tinta o la presentación lo que acaba inclinando al consumidor por una u otra variedad.

Un kilo, 12 euros

		Ciruela del país, en su punto Como suele ser habitual, la fruta del país llega un poco más tarde que la de otras comunidades pero también aguanta más.tiempo. Es el caso de la ciruela, perfecta estos días.
		Parmesano, versátil y duradero El queso parmesano es perfecto para consumir rallado sobre la pasta, pero también en virutas sobre la verdura. Se puede encontrar al peso en queserías de la Plaza.