El Ayuntamiento de Lugo abrió 60 expedientes por ruidos este año y multó a 20 locales

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La Patrulla Verde de la Policía Local de Lugo abrió entre enero y septiembre de este año 2009 un total de 60 expedientes por ruido que derivaron en una sanción económica a los propietarios de una veintena de locales de hostelería de la ciudad. Los datos indican que son los ciudadanos que viven en el entorno de la catedral, así como los vecinos de aquellas calles con mayor índice de locales de copas los que más sufren las consecuencias del incumplimiento de la normativa sobre contaminación acústica. En concreto, la Patrulla Verde de la Policía Local, que desde febrero cuenta con más efectivos y actúa también en horario nocturno, realizó informes en establecimientos situados en el entorno de la catedral, en la Rúa Nova, así como en la calle Marina Española. Además, también procedió a abrir expediente a una discoteca de la Rúa Cornubia.

Las sanciones que deberán abonar los establecimientos que incumplieron la normativa es de 300 euros, una cantidad considerada reducida por las asociaciones vecinales, que en ocasiones han denunciado que a muchos locales les compensa abonar la multa en lugar de acometer obras de insonorización, que suponen un elevado coste.

Algunos de estos locales son reincidentes y las intervenciones de los agentes se producen a veces de oficio y en otras ocasiones, a petición de vecinos. Y es que la Ley del Ruido da potestad sancionadora a los ayuntamientos, por tanto las denuncias en materia de ruido son tramitadas por el Ayuntamiento, a diferencia de las de incumplimiento de los horarios de cierre, que están reguladas por la Xunta y por tanto es ésta quien tramita las sanciones.

La Patrulla Verde dispone de un sonómetro que generalmente utiliza cuando recibe quejas de ciudadanos por el exceso de ruido de un local, aunque la Policía Local también interviene de oficio y controla la emisión de música en locales que no tienen autorización para ella.
No obstante, a pesar de que el gobierno local sostiene que el control de los ruidos se ha intensificado, los vecinos de zonas como Clérigos, en la que se concentran muchos pubs, no aprecian ninguna mejoría. Sostienen que el problema del ruido es muy amplio y que a él hay vinculados otros comportamientos incívicos como el vandalismo.

Pero entre los expedientes abiertos por la Patrulla Verde, no sólo hay denuncias contra locales de copas, ya que a veces los agentes actúan contra ciudadanos en cuyos domicilios se producen ruidos que alteran la convivencia, ya sea por tener un volumen elevado en algún reproductor musical o audiovisual o incluso por los ladridos de su perro. El Ayuntamiento lleva años trabajando en la elaboración de una ordenanza sobre contaminación acústica propia, aunque todavía no ha logrado aprobar el borrador, por lo que se rige por una Ley de Ruidos del año 2003.

Dos polémicos fallos del TSXG
"Es surrealista, mientras hay cientos de algunos locales que trabajan sin licencia y que incumplen de forma reiterada la normativa de ruidos o la de cierre, a nosotros nos quieren cerrar cuando nunca hemos tenido una denuncia". Éste era el lamento del propietario del Glam Nigths, el único pub de una calle de sonoro nombre, el Carril do Son, cuyo cierre ordena una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por incumplir la normativa sobre ruidos.

El Ayuntamiento ya procedió a comunicar la orden de cierre al propietario de este establecimiento, que ya anunció que de ejecutarse iniciará acciones legales para conseguir una indemnización del Ayuntamiento, que es la administración que en su día concedió la licencia ahora anulada. Además, el anuncio de cierre ha movilizado a diversos colectivos, entre ellos la comunidad gay de la ciudad, que lo considera un ataque homófobo al tratarse de un local frecuentado por homosexuales. De hecho, hay una plataforma en la red social Facebook en la que más de un millar de personas piden que no se cierre el Glam.

En otra sentencia polémica, el TSXG también ordenó el cierre de un local de ocio infantil ubicado en la calle Clérigos y que abre hasta las nueve de la noche. El fallo revoca la concesión de una licencia inicial de apertura y actividad de este negocio por incumplir la normativa sobre ruidos, aunque una vez realizadas las obras de insonorización los responsables de este establecimiento prevén recibir la nueva autorización el próximo miércoles.

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