El hombre acusado de atracar a punta de pistola la gasolinera de Nadela en el año 2005 -José Montoya Larralde- se declaró ayer «inocente» en el juzgado de lo Penal número 2 de la capital lucense.
Durante la vista oral, que se celebró en parte el pasado 8 de junio y concluyó ayer, el acusado negó los hechos que se le imputan y su letrada solicitó la libre absolución al considerar que no existen pruebas contra él.
El suceso del que está acusado se registró el 2 de junio de dicho año, cuando cuatro personas entraron en la estación de servicio de Nadela -ubicada en el kilómetro 497 de la Nacional VI- y encañonaron al empleado, llegando a abofetearle y tirarle al suelo, al mismo tiempo que le exigían a gritos que les entregara todo el dinero. El ministerio público mantiene que los asaltantes iban armandos con pistolas, llevaban guantes y ocultaban sus rostros con medias negras.
Antes de huir, los atracadores efectuaron un disparo al aire y se apropiaron del terminal del punto de venta, que contenía una recaudación de 663 euros. Además, se llevaron cartones de tabaco por valor de 376 euros, así como noventa euros en efectivo que llevaba el encargado de la gasolinera en su propia cartera. De los cuatro participantes en el atraco solamente se identificó al acusado.
Pruebas
La defensa de José Montoya pidió ayer su libre absolución al considerar que la única prueba contra él es una media que se encontró en un monte, cerca de un coche calcinado que se relacionó con el atraco. «El único testigo presencial dice que los atracadores llevaban pasamontañas, no medias. Además, si los autores quemaron el coche para borrar pruebas no tiene sentido que dejaran fuera la media», dijo.
Según explicó, los peritos afirmaron que el ADN que había en dicha media era compatible con el del acusado, «pero no se realizó ningún cotejo». El juicio quedó visto para sentencia.
